Este sitio utiliza cookies para ofrecer nuestros servicios, mejorar el rendimiento, análisis y (si no estás registrado) publicidad. Al usar LibraryThing reconoces que has leído y comprendido nuestros Términos de Servicio y Política de Privacidad. El uso del sitio y de los servicios está sujeto a estas políticas y términos.
Jack Torrance está en busca de un nuevo comienzo en su vida. Su esposa quiere mantener a la familia unida. Y su pequeño hijo, Danny, es el único en darse cuenta del mal que los acecha. "REDRUM". Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y, aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco años, y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM... MURDER, asesinato. Su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, vacío y aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. ¿Solos?...… (más)
REDRUM. Esa era la palabra que Danny había visto. Y aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror el que se había reflejado en aquel espejo. Danny tenía cinco años, y a los cinco años pocos niños saben leer, pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y pocos niños, casi ninguno, saben diferenciar la realidad de sus fantasías. Aunque, claro, Danny tenía pruebas de que sus fantasías, aquellas fantasías relacionadas con "el resplandor", acababan cumpliéndose. REDRUM-MURDER. Y el palo ensangrentado. Pero su padre necesitaba aquel trabajo. Danny sabía que en la mente de su madre cada vez ocupaba más espacio la idea de divorcio y que su padre pensaba una y otra vez en algo malo, en algo malo y en suicidio. Sí, necesitaba un trabajo, aunque fuera aquél. ¿Aunque fuera aquél? También podía ser que esa fuera la excepción, que no se cumpliera lo que Danny había soñado despierto. Total, era cuidar de un hotel de lujo, de ciento diez habitaciones, que quedaba aislado por la nieve durante al menos seis meses. Así que hasta el deshielo iban a estar los tres solos, ¿solos?, en el inmenso edificio. Y apenas llegaron, lo reconoció. Ya lo había visto. Aquel era el edificio. Aquella era la habitación. Aquel era el espejo. REDRUM-MURDER.
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
It was in this apartment, also, that there stood against the western wall, a gigantic clock of ebony. Its pendulum swung to and fro with a dull, heavy, monotonous clang; and when the minute-hand made the circuit of the face, and the hour was to be stricken, there came from the brazen lungs of the clock a sound which was clear and loud and deep and exceedingly musical, but of so peculiar a note and emphasis that, at each lapse of an hour, the musicians of the orchestra were constrained to pause, momentarily, in their performance, to harken to the sound; and thus the waltzers perforce ceased their evolutions; and there was a brief disconcert of the whole gay company; and, while the chimes of the clock yet rang, it was observed that the giddiest grew pale, and the more aged and sedate passed their hands over their brows as if in confused revery or meditation. But when the echoes had fully ceased, a light laughter at once pervaded the assembly; the musicians looked at each other and smiled as if at their own nervousness and folly, and made whispering vows, each to the other, that the next chiming of the clock should produce in them no similar emotion; and then, after the lapse of sixty minutes, (which embrace three thousand and six hundred seconds of the Time that flies,) there came yet another chiming of the clock, and then were the same disconcert and tremulousness and meditation as before. But, in spite of these things, it was a gay and magnificent revel. E. A. Poe 'The Masque of the Red Death'
The sleep of reason breeds monsters. Goya
It'll shine when it shines. Folk saying.
Dedicatoria
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
This is for Joe Hill King, who shines on.
My editor on this book, as on the previous two, was M. William G. Thompson, a man of wit and good sense. His contribution to this book has been large, and for it, my thanks.
Primeras palabras
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
Jack Torrance thought: Officious little prick.
Citas
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
Hallorann’s testicles turned into two small wrinkled sacs filled with shaved ice.
Últimas palabras
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
Wendy sat down on Danny's other side and the three of them sat on the end of the dock in the afternoon sun.
Jack Torrance está en busca de un nuevo comienzo en su vida. Su esposa quiere mantener a la familia unida. Y su pequeño hijo, Danny, es el único en darse cuenta del mal que los acecha. "REDRUM". Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y, aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco años, y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM... MURDER, asesinato. Su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, vacío y aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. ¿Solos?...
Pero su padre necesitaba aquel trabajo. Danny sabía que en la mente de su madre cada vez ocupaba más espacio la idea de divorcio y que su padre pensaba una y otra vez en algo malo, en algo malo y en suicidio. Sí, necesitaba un trabajo, aunque fuera aquél. ¿Aunque fuera aquél? También podía ser que esa fuera la excepción, que no se cumpliera lo que Danny había soñado despierto. Total, era cuidar de un hotel de lujo, de ciento diez habitaciones, que quedaba aislado por la nieve durante al menos seis meses. Así que hasta el deshielo iban a estar los tres solos, ¿solos?, en el inmenso edificio. Y apenas llegaron, lo reconoció. Ya lo había visto. Aquel era el edificio. Aquella era la habitación. Aquel era el espejo. REDRUM-MURDER.