En mayo de 1931, durante una revuelta contra el Raj Brit©Łnico en Baskul, Afganist©Łn, el c©đnsul del Imperio, Hugh Conway, su asistente, el capit©Łn Charles Mallinson, la misionera cristiana Roberta Brinklow y el comerciante estadounidense Henry D. Barnard son evacuados en el avi©đn privado del maharaj©Ł de Chadapore hacia un destino seguro. Sin embargo, en pleno vuelo se percatan del cambio de rumbo y de que el piloto del avi©đn les es desconocido, aspectos ambos ante los que cada pasajero demuestra su personalidad. Tras un repostaje en medio de una tormenta de nieve, el avi©đn finalmente aterriza precariamente en una peque©ła meseta cercana a una gran monta©ła azulada, el Karakal. All©Ư les sale al encuentro una comitiva procedente de un monasterio lama©Ưsta, presidida por un chino de edad indeterminada llamado Chang. Ante la escasez de posibilidades, los cuatro refugiados siguen al desconocido y se encuentran con el monasterio y valle de Shangri-La, un oasis en clima y temperatura en el Valle de la Luna Azul, donde la gente apenas envejece, presidido por el Karakal. Shangri-La es un gran monasterio que dispone de muchas comodidades occidentales, tales como ba©łos, instrumentos musicales y una gran biblioteca. Su estilo general recuerda a Conway a Oxford, pero en medio del Himalaya. Con la promesa de esperar al siguiente grupo de porteadores que llegar©Łn al monasterio, los extranjeros son acogidos y se pone a su disposici©đn toda clase de comodidades.