En una habitación cerrada a cal y canto se comete un crimen: los que están fuera oyen gritos, tiros, muebles volcados, pero cuando derriban la puerta no está el asesino. Este problema inicial se ve complicado por otros dos posteriores: ¿Cómo puede el asesino disolverse literalmente entre las manos de sus cuatro perseguidores? ¿Cómo el asesino, abatido a tiros, luego aparece muerto de una cuchillada, y al final resulta que no es el asesino? El joven Rouletabille, tomando su razón "por el lado bueno", con lógica inatacable, consigue descifrar tan apasionantes enigmas en esta obra clave del problema del "recinto cerrado".

Un soir d’octobre 1892, au château du Glandier, peu après minuit, tandis que le professeur Stangerson travaille dans son laboratoire en compagnie de son serviteur, il entend, dans la chambre attenante, les appels au secours de sa fille. Tous les deux se précipitent, mais la porte est fermée de l’intérieur, comme les volets de l’unique fenêtre. Lorsqu’ils découvrent finalement la jeune fille qui râle sur le plancher, il ne reste de l’assassin que la marque, sur les murs, d’une main ensanglantée – et le revolver du serviteur : meurtre incompréhensible, dont le reporter Joseph Rouletabille va pourtant percer le mystère.
De ce roman paru en feuilleton en 1907, Hercule Poirot, en connaisseur, dira que c’est « un véritable chef-d’œuvre », et peut-être d’abord parce que la fascination pour l’horreur rejoint ici un sens aigu du drame aussi bien que du fantastique. Mais ce qui pour nous, aujourd’hui, fait également la singularité du livre, c’est sa manière de mêler au roman policier les ressources du feuille-ton et le charme du roman d’aventures. Dans cette enquête sur « un crime surnaturel », c’est bien en tout cas le mystère qui domine.

Mademoiselle Stangerson duerme en una colindante al laboratorio de su padre, que está cerrado. Durante la noche es atacada y nadie se explica como el atacante ha podio entrar y salir sin ser visto. Hay un detective muy importante que viene y un reportero listo que también está por ahí.
La trama es lentísima, la solución tarda por los pelos. Esto puede ser debida a su publicación en modo de fascículos en 1907. Se considera una de las pimeras novelas de intriga y tiene elementos surrealista que hicieron que fuera uy admirada por algunos autores como jean Cocteau, que hizo el prefacio. ( )

En una habitación cerrada a cal y canto se comete un crimen. Una obra clave del problema del recinto cerrado. Un misterio