La detective privada Cordelia Gray es invitada a la soleada isla de Courcy para proteger la vanidosamente bella actriz Clarissa Lisle de amenazas veladas contra su vida. Dentro de las paredes rojas de un castillo de cuento de hadas, encuentra que el escenario está preparado para la muerte.

Cordelia es responsable de una agencia de investigación de poca monta, pero sir George Ralston la elige para que custodie a su esposa, la actriz Clarissa Lisle, alejada de los escenarios a causa de unos anónimos alarmantes. Pese a los temores de la artista, Ambrose Gorringe, propietario de Courcy Island, consigue convencerla de que actúe en su castillo. Es entonces cuando asesinan a Clarissa pese a la vigilancia de Cordelia y ésta se siente obligada a descubrir al homicida. La certidumbre de que hallar la verdad será tan peligroso como inútil no frena a la detective, quien arriesgará su vida por cumplir honestamente con su duro cometido.

Impresionante, al principio no me enganchaba mucho, pero después la trama fue cogiendo ritmo y los acontecimientos se desarrollan cada vez más rápido, hasta que al final leí más de 100 páginas en un día. P. D. James provoca en los lectores unas ganas irrefrenables de conocer el desenlace

La sincera y joven detective privada Cordelia Gray es contratada para velar por una actriz que ha sido amenazada de muerte. Lo que prometía ser un plácido fin de semana en una isla privada, con representación teatral incluida, se convierte en una intrincada puesta en escena, ensombrecida por la mano fantasmal del pasado. Todos los invitados tienen un motivo para cometer el crimen... y uno de ellos lo cometerá. Cordelia logrará desentrañar el misterio, pero probar la verdad le resultará mucho más difícil ( )

Cordelia es la dueña de la agencia de investigación que se dedica a asuntos menores. Pero, sir George Ralston la elige para que custodie a su esposa, la actriz Clarisa Lisle, quien hace tiempo recibe siniestros anonimos. Pese la vigilancia de Cordelia no impide que sea asesinada; desde este momento la investigadora se sentirá obligada a descubrir quién es el culpable.