¿A quién no le tentaría darse una vuelta por el futuro si creyera tener el regreso asegurado? El viajero se traslada al año 802701 gracias a la máquina del tiempo. Cuando vuelve, asombra a todos por el relato de su encuentro con los Eloi y los Morlock, una raza degenerada y en regresión. El autor reflexiona sobre el paso del hombre por la Tierra y su responsabilidad con respecto al porvenir.

So begins the Time Traveller’s astonishing firsthand account of his journey 800,000 years beyond his own era—and the story that launched H.G. Wells’s successful career and earned him his reputation as the father of science fiction. With a speculative leap that still fires the imagination, Wells sends his brave explorer to face a future burdened with our greatest hopes...and our darkest fears. A pull of the Time Machine’s lever propels him to the age of a slowly dying Earth. There he discovers two bizarre races—the ethereal Eloi and the subterranean Morlocks—who not only symbolize the duality of human nature, but offer a terrifying portrait of the men of tomorrow as well. Published in 1895, this masterpiece of invention captivated readers on the threshold of a new century. Thanks to Wells’s expert storytelling and provocative insight, The Time Machine will continue to enthrall readers for generations to come.

No deja de ser una novela juvenil, pero lo cierto es que va de menos a más. Al principio el lector se sorprende del poco interés que parece tener Wells en la credibilidad de su historia. No encontramos las típicas explicaciones pseudocientíficas, salvo una simple generalización, sino que casi de buenas a primeras se nos presenta la máquina que permite viajar en el tiempo con la misma facilidad con que el automóvil nos permite desplazarnos por el espacio. Yo al menos he agradecido esto, que el autor no intente siquiera que dejemos de pensar que esto no es más que una fábula. El protagonista hace su viaje mientras sus amigos cenan tranquilamente en la habitación de al lado y luego aparece de improviso, hecho unos zorros, y empieza a contar sus aventuras por el futuro lejanísimo. El principio de su historia se me hizo un poco aburrido, pero pronto estuvo claro que esa especie de mundo feliz bastante bobo y ruinoso tenía un reverso tenebroso. Y, efectivamente, así es. Entonces la narración toma tintes de novela de aventuras y se vuelve mucho más entretenida. El autor aprovecha también para reflexionar sobre el destino de la humanidad, donde los ricos, los que viven aparentemente felices, arriba y a la luz del sol, son en realidad mero ganado para alimentar a los pobres, que viven en el subsuelo y la oscuridad. Una interesante alegoría y una novela también bastante interesante. ( )

Una máquina, un viaje a través del tiempo. Un viajero que contempla un Londres desconocido, una raza humana degenerada, un mundo en ruinas..

En La Máquina del tiempo el autor narra la historia de cómo un científico de finales del siglo XIX viajó a través del tiempo con la intención de conocer el futuro de la humanidad, viajo hasta el año 802.701, se encuentra con unos seres llamados elois, el piensa que la humanidad se habia extingido pero viven uno seres llamados morlocks.

Un hombre de ciencia decide desafiar los enigmas de la cuarta dimensión y viajar en el tiempo. Regresa maltrecho y cubierto de polvo, hambriento y con unas extrañas flores blancas en la mano.
El relato de su viaje despierta múltiples interrogantes, ¿Será posible ir y venir en el tiempo tal como lo hacemos en el espacio? ¿Conocer el futuro permitirá evitar guerras o favorecerá los autoritarismos? ¿Los avances científicos garantizarán el progreso para todos los humanos o asegurarán el bienestar de unos pocos?...

Obra que se halla en los inicios de la novela de ciencia-ficción, La máquina del tiempo (1895) sigue conservando el mismo poder de fascinación y vigor narrativo que le valieron el éxito inmediato en el momento de su publicación. Afortunada síntesis de los conocimientos científicos del autor, del maquinismo que hacía furor en la época y de la visión escéptica de H.G. Wells (1866-1946) respecto al rumbo tomado por la sociedad que le tocó vivir, el relato ­un clásico­ describe un futuro inquietante en el que dos razas semibestiales, los eloi y los morlock, comparten en una peculiar simbiosis un planeta extraño y desolado sobre el que se han cernido catástrofes y transformaciones, pero en el que brilla aún, como tenue esperanza, un hálito de humanidad.