Cuatro mujeres trabajan (a las órdenes de un hombre) en una oficina pública danesa dedicada a buscar información sobre genocidios. En algún momento el autor nos informa que los daneses en general parecen sentirse al margen del mal en el mundo porque se las arreglaron para ayudar a los judíos y no enemistarse con los nazis durante la segunda guerra mundial. Bien, pues estas mujeres, independientes, liberales, muy cultas y muy bien relacionadas (eso sí, unas mas que otras), que hacen un trabajo que les permite vivir estupendamente y a la vez creer que están salvando el mundo, se dedican a darse por culo unas a otras por turno. Pasan de la adoración extrema al más profundo odio y pueden llegar a ser extremadamente crueles cuando se trata de joder a la vecina a la que poco antes o poco después adoraban o adorarán.Y sin que el hombre, el jefe, se entere de nada.

En un momento dado, al principio, empiezan a llegarles mensajes amenazantes a todas. Pero en realidad, hasta bien pasada la página 400 no empieza la cosa a ponerse seria, y la mayor parte del tiempo, hasta el final, las únicas que hacen algo ilegal o inmoral son ellas mismas. Y es que esto de la psicología femenina profunda debe ser muy complejo. O eso quiere hacernos creer el autor.

La novela engancha, claro. No deja de ser un buen producto. Pero no me imagino a ninguna de mis muchas compañeras de trabajo (algunas auténticas arpías) haciendo ni de lejos lo que hacen estas impecables danesas. La verdad es que se me han hecho profundamente antipáticas, siempre haciendo gala de su superioridad moral e intelectual, codeándose con grandes cerebros, con gente muy, pero que muy solidaria, organizando conferencias (al parecer, siempre con gran éxito) y comiendo comida vegetariana o al menos ecológica.

En cuanto a los hombres, se dividen en dos grupos muy claros: los daneses, similares a las protagonistas pero con la ventaja de no verse implicados en sus tejemanejes salvo cuando les matan. Y los malos, extranjeros, morenos, feos y siniestros y que no saben apreciar lo mucho que la inmaculada sociedad nórdica les ha ofrecido. En fin, que la novela está bien, pero tiene aspectos insufribles. Y aquí lo dejo porque acabaré quitándole alguna estrella, y tampoco sería justo. ( )