Ambientada en el Nápoles del siglo XVIII y basada en las vidas de sir William Hamilton, su famosa mujer, Emma, y lord Nelson, acompañados por muchas de las grandes figuras del momento, esta novela histórica poco convencional, firmada por una de las grandes pensadoras del siglo, nos habla del sexo y la revolución, del destino natural, del arte y de la obsesión del coleccionista, pero, sobre todo, del amor.

El amante del volcán está basada en la vida de Sir William Hamilton, de Emma Hamilton, su muy celebrada esposa, y el almirante Nelson. Es una novela de amor escrita por una mujer extremadamente inteligente, la pensadora de las pensadoras, como ha escrito el London Evening Standard ; una mujer cuya influencia intelectual en el mundo entero puede considerarse única, y cuyo prestigio en España quedó sólidamente establecido a partir de la publicación, ya en 1969, de Contra la Interpretación, un libro que contribuyó muy considerablemente a que los lectores de habla hispana comprendiesen y valorasen la serie de movimientos intelectuales que entonces se ponían en marcha en el mundo entero y que tan lejos nos quedaban.

Aburridísima!!!!!!!! ( )

Se trata de la vida novelada de William Hamilton, llamado en la novela "el Cavaliere", embajador británico en el reino de las Dos Sicilias entre los siglos XVIII y XIX, es decir, en la decadencia del antiguo régimen y primeros estertores revolucionarios. Apasionado del coleccionismo y de los volcanes (sube constantemente al Vesubio incluso en plena erupción), tras la muerte de su primera esposa casa con una joven putilla, que había sido entretenida de un amigo en Inglaterra. El matrimonio consige mucha influencia en Nápoles, sobre todo desde que hacen amistad con el almirante Nelson ("el Héroe"). Con los estrambóticos y ultraviolentos sucesos revolucionarios del lugar como fondo, Nelson y la mujer se convierten en amantes con el consentimiento del marido, que es enviado de vuelta a Inglaterra. Cuando Nelson muere en Trafalgar, también lo hace Hamilton, y su mujer (junto con la hija de ella y de Nelson) acaba en Francia, pobre y olvidada por todos.
Bien, unas vidas no muy interesantes, y un estilo entrecortado y no muy agradable. Realmente, la novela es un coñazo, y Sontag se empeña en maquillarlo con reflexiones sobre la mar y los peces, y con guiños al lector que ya no sorprenden a nadie. Supongo que las vidas de gente normal, aunque sean embajadores y hayan tenido sus días de gloria, son así de aburridas, incluyendo la mía. ( )