La trama es bastante simple, sin muchas complicaciones, y es precisamente eso –junto con un lenguaje sencillo- que la lectura sea ágil y enganche. Esa es la característica principal que me llama de Ellen Schreiber: crea unos personajes y una historia sin demasiadas cargas, sin relaciones empalagosas ni meteduras de pata; va al grano. El libro está bien escrito, lleno de diálogos que harán la lectura más amena, y unos protagonistas que te encantarán. Una historia en primera persona que llama la atención por su originalidad desde el principio, y que te deja con ganas de más en la última página. ¿Lo malo? Demasiado corto... ( )