Fife, Escocia, 1985. La heredera Catriona MacIeann Grant y su hijo son secuestrados. El pago del rescate sale terriblemente mal y Gran muere. Su hijo desaparece sin dejar rastro hasta 2008, cuando un turista en la Toscana se topa con nuevas pruebas dramáticas que reabren la investigación.
Fife, 1984. En el apogeo de la huelga nacional de mineros políticamente cargada, Mick Prentice abandona a su familia para unirse a los rompehuelgas del sur. Etiquetado como una costra de pierna negra, está casi muerto en lo que respecta a sus amigos y familiares. Veintitrés años después, una joven entra en una comisaría para denunciar la desaparición de Mick Prentice. La detective Karen Pirie, jefa del equipo de investigación de casos sin resolver, quiere saber por qué ha tardado tanto en darse cuenta.
Para Pirie, ya inmersa en la investigación de Prentice, una segunda incursión en una investigación de la década de 1980 que se enfrió, esta vez, el secuestro de Grant, ofrece la oportunidad de dejar su huella. Pero es seguro que tendrá un precio extremadamente alto. Mientras trabaja para desentrañar estos misterios, dos décadas de secretos llevarán a Karen Pirie a un oscuro dominio de violencia y traición, más oscuro que cualquiera que haya conocido hasta ahora.