El comisario principal Pujol, a punto de su jubilación, investiga la muerte de una mujer degollada y despiezada tal y como se hace en el matadero. En su boca, se ha encontrado un papel que reza en letras mayúsculas: "en el nombre del cerdo". Esta es la trama central de esta novela, en la que otros personajes como T, otro inspector de homicidios, varios sospechosos, el cacique del pueblo en el que aparece el cadáver y Quique Aribau, escritor de una novela de éxito años atrás son las piezas de las que se sirve para ofrecer una narración impactante que aúna el misterio, la hondura psicológica y, como no, la ironía.

El Comisario Principal Pujol, a punto de su jubilación, investiga la muerte de una mujer degollada y despiezada tal y como se hace en el matadero. En su boca se ha encontrado un papel que reza en letras mayúsculas: "en el nombre del cerdo".
Esta es la trama central de esta novela en el que otros personajes como T, otro inspector de homicidios, varios sospechosos, el cacique del pueblo en el que aparece el cadáver y Quique Aribau, escritor de una novela de éxito años atrás son las piezas de las que se sirve para ofrecer una narración impactante que aúna el misterio, la hondura psicológica y, como no, la ironía.

Pablo Tusset sorprendió hace ya varios años con 'Lo mejor que le puede pasar a un cruasán', una novela detectivesca divertidísima pero lastrada por un final precipitado y mal resuelto.

La nueva novela de Tusset hereda ese defecto. El final vuelve a ser malo, apresurado y demasiado traído por los pelos. Pero desgraciadamente no ha conseguido heredar buena parte de las virtudes. Es una historia altamente irregular, que alterna algún capítulo muy acertado con otros cargados de topicazos que podrían ser fácilmente prescindibles.

El relato se inicia con un macabro asesinato en un matadero, donde aparece un cadáver descuartizado en el que se descubre una nota que simplemente reza "En el nombre del cerdo".

Lo que por el título, la portada, el resumen de la contraportada y el primer capítulo parecía que iba a ser la trama principal del libro se transforma en una mera excusa para narrarnos dos historias paralelas.

Por un lado tenemos a un comisario a punto de jubilarse que parece más interesado en vivil una nueva adolescencia que en investigar el caso. Por otro tenemos una manida historia de boy-meet-girl ambientada en una Nueva York idealizada.

A partir de cierto punto parece que la narración va a centrarse por fin en la investigación del asesinato, pero no. No es sino otra excusa, esta vez para contarnos la vida en un pequeño pueblecito de montaña, presentarnos a sus habitantes e intentar explicarnos sus peculiares relaciones sociales.

Y cuando parece que la cosa ha tocado fondo descubres que la caída a partir de ahora es todavía peor. Lllega el final. Rápido, Precipitado. Pretencioso. Confuso. Malo.

Muy decepcionante. ( )