Obligada por su origen noble a contraer matrimonio con el cruel gobernador Festino, la joven Caris de Éfeso huye en dirección a Alejandría disfrazada de eunuco. Su sueño es estudiar el arte de Hipócrates y dedicarse a la medicina, un sueño imposible para una mujer en el año 371 d.C. No obstante las dificultades, Caris logra convertirse en médico, y, gracias a sus conocimientos, acercarse a las más altas esferas del poder en pleno ocaso del Imperio Romano.

Obligada por su origen noble a contraer matrimonio con el cruel gobernador Festino, la joven Caris de Éfeso huye en dirección a Alejandría disfrazada de eunuco. Su sueño es estudiar el arte de Hipócratesy dedicarse a la medicina, un sueño imposible para una mujer en el año 371 d.C. No obstante las dificultades, Caris logra convertirse en médico y, gracias a sus conocimientos, acercarse a las más altas esferas del poder en pleno ocaso del Imperio Romano. Basando esta trama en una detallada descripción de la medicina hipocrática y, por encima de todo, en una cuidada y rica ambientación en la mítica Alejandría, Gillian Bradshaw ha escrito una novela de ágil lectura y gran interés histórico.

Localización: 82-32 BRA far / R.

“Ágora”, de Alejandro Amenabar, posiblemente descubra a muchos la existencia en la edad antigua de mujeres excepcionales, que destacaron en el cambo de la investigación y la ciencia, y que han sido en parte olvidadas en los libros de textos.

Si te apetece conocer algo mejor esa época, te proponemos esta novela, exquisitamente ambientada un siglo antes de la caída del imperio romano. Relata la historia (ficticia) de Caris de Éfeso, una joven noble que decide huir de la vida que el destino le tenía reservada y hacer realidad su sueño, estudiar medicina, algo imposible para una mujer en aquella época.

De su mano iremos a Alejandría, nos sumergiremos en intrigas políticas y religiosas y recorreremos parte del basto imperio romano, con sus contrastes. Es una novela entretenida y muy bien ambientada, y aunque Caris de Éfeso es un personaje ficticio, la ateniense Agnodice, en el siglo III a.C. realmente acudió a Alejandría vestida de hombre para poder estudiar medicina y obstetricia (por cierto, al igual que Hipatia, protagonista de Ágora, Agnodice no termina especialmente bien).