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Cargando... Shakespeare y Calderón en clave sufípor Jordi Delclós Casas
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quizá el mayor, y como tal puede considerársele también como uno
de los grandes maestros espirituales de la humanidad.
Su mismo nombre es profundamente significativo desde la
perspectiva sufí, ya que el nombre ‘Shakespeare’, como ya han
señalado algunas autoridades en el sufismo, puede dividirse en dos
términos que aluden a la figura del maestro sufí: Šayḫ (maestro) por
una parte, y Pīr (maestro fundador de una tarīqa o vía sufí) por otra.
Sin embargo, la intención del presente libro no es demostrar que
Shakespeare era sufí, sino hacer una lectura en clave sufí de la obra
shakesperiana, poniendo de relieve los principios universales
comunes. A un nivel simbólico y según la perspectiva de la Unidad
del Ser propia del sufismo, el teatro es una alegoría del proceso de
manifestación o auto revelación divina. Es a través de la
multiplicidad y la dualidad presentes en el mundo, a través del otro,
mediante la diferencia y la oposición aparente, que las cosas llegan a
ser lo que son; lo bueno y lo justo brillan con más intensidad cuando
se ven contrastados con sus contrarios, la maldad y la injusticia. El
teatro es un reflejo de este juego de opuestos.
En estas páginas se analizan algunos pasajes de la obra
shakesperiana y también del dramaturgo madrileño Calderón de la
Barca, y se ponen en relación con los principios del sufismo,
aportando textos de sufíes como Rūmī o el maestro sufí andalusí Ibn
ʿArabī. Se propone así el método del sufismo como vía iniciática para
la realización espiritual de los principios espirituales comunes a
todos estos maestros del corazón.