En El mundo de los prodigios, cierre y espectacular colofón de la Trilogía de Deptford, se resuelve el misterio que rodea la muerte del magnate Boy Staunton. Acciones en apariencia inocentes -una pelea con bolas de nieve o el aprendizaje de juegos de manos- se revelarán como acontecimientos decisivos en la vida de Paul Dempster, un niño de Deptford al que Staunton había conocido en su infancia y que, andando el tiempo, se convertiría en Magnus Eisengrim, el prestidigitador más famoso de su época. En esta novela, es Eisengrim quien contará su vida, ofreciendo su particular visión de la muerte de Staunton y explicando cómo aprendió su oficio y llegó a convertirse en un ilusionista de fama mundial. Su relato revelará hasta qué punto el camino hacia el éxito es más arduo y trágico de lo que parece a simple vista y cómo, una figura brillante, puede contar también con un oscuro pasado.

Canadá 3. ( )

Tras los pasos de Sir Henry Irving

En esta tercera entrega, y final de la trilogía de Deptford, Davies cierra el círculo desgranando la vida del famoso prestidigitador Magnus Eisengrim. El escritor canadiense muestra otra vez algunas pinceladas de su mejor perfil, el de gran contador de historias humanas, aproximándose, a veces, al nivel narrativo plasmado en la primera entrega. En ese libro, "El quinto en discordia", los sucesos se desarrollan como si de un torrente desbocado se tratara. Las aguas se llevan por delante todo lo que encuentran para acabar desembocando en un final memorable. Parte de esa intensidad se pierde ya en el segundo volumen y no se acaba de recuperar del todo en el tercero. "El mundo de los prodigios" es un libro que tan rápido se hincha como pierde fuelle. Eso sea quizás consecuencia del artilugio narrativo escogido por Davies.

Se aprecian claramente dos planos narrativos. El primero, el de la coartada, se desarrolla en el presente y se basa en los diálogos que intercambian el protagonista y otros personajes. Es la excusa, esta vez en forma de película sobre el mago Harry Houdini, que necesita el autor para el desarrollo de la historia que realmente quiere contar. Mientras el otro plano, la historia en sí, muestra la vida, desde sus primeros pasos hasta la actualidad, de Magnus Eisengrim. Ambos niveles se entrecuzan en varias fases del libro, dando aire y amplitud al relato del personaje principal.

Si no fuera por ese gusto de Davies de embarrarse en registros que alargan el texto y poco de sustancial aportan, este volumen estaría casi a la par del primero. Aunque con altibajos, la historia transmite. Nos deja a un secundario interesantísimo, Sir John. Un actor caduco y venido a menos que es a su vez la cabeza visible de una compañía teatral inspirada en la del romántico Sir Henry Irving, otrora famosísimo intérprete británico. En varios pasajes, el autor nos esboza con minucioso detalle una
admirable manera de hacer teatro ya desaparecida. Ese imaginario narrativo es uno de los fuertes de Davies. Precisamente por esos momentos en que el autor saca a relucir su potencial, la lectura de esta obra vale la pena. ( )

Al igual que la primera parte fascinante la historia de estos tres extraños personajes que consiguen manterner una amistad totalmente atípica. ( )