"La civilización es la distancia que el hombre pone entre sí mismo y sus excrementos". Esta definición, que puede tomarse como una descripción del concepto "victoriano" de la actividad civilizadora, resulta controvertible en pleno siglo XX, cuando la actividad civilizadora tiende a ahogarse, por el contrario, en los excrementos que ella misma genera. Pero, ¿estamos preparados para asumir la idea de una cultura donde se defina la civilización, por el contrario, como la proximidad con los excrementos?
Tal es el tema central de la presente fábula moral interplanetaria, donde Brian Aldiss sigue explorando los problemas del choque cultural.
Recordemos que Aldiss es un autor británico, es decir, oriundo de un país que ha resistido las más variadas invasiones, y donde, en otros tiempos, la noción de los pulcro y decente fue llevada a las últimas consecuencias.