La magn#65533;fica obra, #65533;La Vida de un Escolar#65533;, de Don Fernando Le#65533;n R#65533;os, nos narra como eran de dif#65533;cil aquellos tiempos en la zona Sur de Costa Rica. Las personas que quer#65533;an aprender a leer y a escribir ten#65533;an que sacrificarse y caminar varias horas descalzos para poder llegar al centro escolar a instruirse y llenarse de conocimiento. Los materiales eran muy escasos y lograr educarse no era tan simple en aquel entonces de anta#65533;o no tan lejano.Hoy, en una sociedad avanzada tecnol#65533;gicamente y donde gozamos de muchos privilegios como el Internet, caminos en condiciones aceptables, transporte p#65533;blico y dem#65533;s, da tristeza ver la cantidad de estudiantes que pierden tiempo valioso de sus vidas sin sacar el provecho m#65533;ximo al sistema educativo Costarricense. Tambi#65533;n, cabe mencionar que muchos medios de comunicaci#65533;n de hoy son responsables por no brindar una cobertura de comunicaci#65533;n rica en cultura y cosas de beneficio al ser humano, en lo hist#65533;rico, financiero, crecimiento, superaci#65533;n personal, y motivaci#65533;n que es tan necesario para que nuestra juventud se forjen como ciudadanos y fuerza laboral efectiva.John F. Bisner Ure#65533;a - Editor