Diego de Torres Villarroel (–1770)

El salmantino Diego de Torres Villarroel (1693-1770), fue estudiante, holgazán, jugador, ermitaño, curandero, santero, bailarín, torero, médico... y hasta catedrático de Matemáticas en Salamanca, plaza que ocupó después de haber permanecido vacante durante treinta años, y que él ganó tras una accidentada oposición... después de haber estudiado Medicina. Al cabo de un tiempo fue desterrado durante una época, y se ordenó sacerdote a los cincuenta años.

Su vida, que es como una novela picaresca, le sirvió para escribir una obra de este género con su propia biografía. Se le tuvo por adivino, pues todos los años publicaba unos almanaques titulados "Gran Piscator", en los que predecía el porvenir. Y, curiosamente, muchas de sus profecías se cumplieron. Casos notables de estas predicciones fueron la muerte de Luis I, el motín de Esquilache o la Revolución Francesa (1789), que Torres Villarroel anunció treinta y tres años antes de que se produjera, con los siguientes versos:

Cuando los mil contarás
con los trescientos doblados
y cincuenta duplicados,
con los nueve dieces más,
entonces, tú lo verás,
mísera Francia, te espera
tu calamidad postrera
con tu Rey y tu Delfín,
y tendrá entonces su fin
tu mayor gloria postrera.

Con este ascendiente, tales almanaques alcanzaron gran popularidad y le reportaron mucho dinero, unos 60.000 reales en diez años.

Tanto en prosa como en verso, se consideraba a sí mismo discípulo de Quevedo, ya que, por su picaresca vida, se sentía identificado con el Buscón don Pablos. Pero, mientras que el humor quevedesco es pesimista, Torres Villarroel goza de un saludable buen talante. Dice de sí mismo: "Han nacido mis escritos entre cabriolas y guitarras, sobre el arcón de cebada de los mesones, oyendo los gritos, chanzas, desvergüenzas y pullas de los caleseros, mozos de mulas y caminantes. Así están puestos, sin estudio, advertencia ni meditación".

La narración de su "Vida, ascendencia, nacimiento, etc.", publicada por entregas entre 1743 y 1759, es una novela picaresca autobiográfica formada por seis partes o "trozos", en las que nos relata su pintoresca vida. Aunque la obra carece ya del fondo ideológico y de la intensidad expresiva de un Quevedo, manifiesta gran sinceridad y simpatía, lo que le convierte en uno de los mejores prosistas de su tiempo. Se trata de un documento histórico de gran valor, porque nos presenta un cuadro auténtico de la decadencia española a lo largo de la primera mitad del siglo XVIII.

(Fuente: Freijanes Martínez, J. B. y Tskitishvili, N., "Historia de la Literatura Española", ISBN 999-40-67-89-3, https://www.librarything.es/work/25536869/summary/190754972).… (más)