B. Steiner

EL YO DE LA PERSONALIDAD

P r e f a c i o

Conocí a B. Steiner en Argentina en el año 1970,para esa fecha ya tenía setenta y cuatro años. Nos conocimos cuando se acercó a la oficina donde editábamos la revista literaria Nueva Información, con la finalidad de que publicáramos algunos artículos en la revista. Nuestra amistad se forjó durante las interminables conversaciones sobre filosofía, esoterismo, hermetismo,vegetarianismo (era vegetariano desde su juventud) que teníamos en los cafés de la calle Corrientes en Buenos Aires. Me dijo que era sobrino de Rudolf Steiner y de estas reuniones llegamos a la conclusión de publicar juntos los Cuadernos de Conocimientos, de los cuales publicamos El Universo y luego El Yo de la personalidad, que fueron distribuidos en los kioskos y librerías de Buenos Aires.

Después de su fallecimiento y para que pueda ser util a la humanidad, he decidido publicar de nuevo estos dos Cuadernos de Conocimientos en formato libro, ya que sobre todo en el Yo de la personalidad se manifiesta la influencia del pensamiento de Krishnamurti en el despertar a una nueva conciencia , tal como él mismo dice, que este escrito surgió de lo que habíamos aprendido comentando asiduamente su primer libro “Comentarios sobre el vivir” primera serie que él mismo tradujo, aunque también se aclara que el mismo Krishnamurti no admitía el aprendizaje interior, ya que en este aprendizaje no hay maestros ni discípulos.

El estilo repetitivo y muchas veces bastante árido para el yo psicológico está hecho a propósito para no hacer ninguna concesión a ese mismo yo, ya que si fuera en otro estilo seguramente se apropiaría de su esencia conceptual para desvirtuarlo.
Con la intención de poder ser una ayuda para la correcta comprensión de la vida y de la inteligencia humana y así ampliar los horizontes de la conciencia a los aspectos y valores atemporales de la inteligencia universal es que se publica nuevamente este texto. Está dedicado a los seres que quieren profundizar en el conocimiento de sí mismo para encontrar la libertad interior y en este sentido será como un manual de la personalidad para la autoayuda y la autorealización.

José Coínes

INTRODUCCIÓN

En el cuaderno sobre El Universo se ha dado a conocer el macrocosmos que es el Universo.
En cambio, ahora en este libro daremos a conocer el microcosmos, que es en miniatura el universo del yo, es decir, explicaremos lo que es el centro mental que llamamos con el nombre de ego.
En El Universo las informaciones versaron sobre conocimientos objetivos, en tanto que ahora las informaciones versarán sobre conocimientos no objetivos sino subjetivos.

Queremos señalar que esta división entre conocimiento objetivo y subjetivo responde a la real diferencia que hay entre estos dos conocimientos. En el mundo en que vivimos no se hace ninguna diferencia entre conocimiento objetivo y subjetivo.

Y como el hecho de comprender esto es de suma importancia, porque generalmente no se admite tal diferencia en nuestra sociedad materialista, positivista, en la cual el criterio del egoísmo psicológico desgraciadamente rige el destino de casi toda la humanidad, nosotros entendemos que se debe reconocer esta diferencia entre los dos conocimientos, para que podamos realmente ser inteligentes y de una vez para siempre dejemos de ser astutos, sagaces, perspicaces o suspicaces en forma distorsionada y falsa, no en el orden objetivo, sino en la esfera subjetiva del pensamiento.

Asimismo en honor a la verdad, debemos consignar en este trabajo con respecto al conocimiento interior, lo hemos aprendido del gran pensador hindú J. Krishnamurti, quien durante más de medio siglo viene dedicándose a la ardua tarea de difundir en sus conferencias y en sus libros, la diferencia que existe entre los dos conocimientos citados, para que nos demos cuenta de que el conocimiento interior es realmente distinto del conocimiento exterior.

Este aprendizaje que no es tal porque J. Krishnamurti no admite aprender ni enseñar el conocimiento interior, no es sino comprensión que surgió en nuestra mente cuando tuvimos la oportunidad de traducir del original al español su obra “Comentarios sobre el Vivir”, primera serie. El conocimiento objetivo, entonces, corresponde al quehacer extrospectivo de nuestra vida exterior, y el conocimiento subjetivo corresponde, en cambio, al ser instrospectivo de nuestra vida interior. O mejor dicho, el conocimiento objetivo sirve para solucionar problemas que hacen a nuestro mundo exterior, en tanto que el conocimiento subjetivo sirve

.Conviene también darse cuenta de que el conocimiento objetivo es siempre conocido y viejo porque está limitado por experiencias que conocen las dimensiones del tiempo. He aquí la razón por la cual las experiencias temporales que derivan del conocimiento objetivo son siempre muertas y pueden ser repetidas en forma igual e idéntica una y otra vez, mientras las vivencias del conocimiento subjetivo son siempre desconocidas y nuevas, porque no conocen ninguna dimensión del tiempo.

Dicho lo mismo con otras palabras, las experiencias son siempre extrospectivas y por lo tanto son temporales, pero las vivencias son siempre introspectivas y por consiguiente son no temporales sino atemporales.
Esta es, entonces, la razón en virtud de la cual las vivencias atemporales, que siempre provienen del conocimiento interior, no son muertas, mecánicas y estáticas sino que son vivientes, dinámicas y cambiantes, y no se repiten jamás en forma igual e idéntica.

Todo esto lo decimos sólo para advertir y prevenir al lector perceptivo y aprehensivo, que está por entrar en comunicación con los conocimientos subjetivos, que en el transcurso de estas páginas encontrará a menudo..… (más)