Fumio Obata

Yumiko es una joven japonesa que llegó a Inglaterra hace 10 años para estudiar diseño y se quedó a vivir allí. La muerte de su padre le obliga a volver a su país de origen y a enfrentarse a sus dudas, a su sensación de sentirse extranjera en ambos países, a su extrañeza ante ritos inmemoriales que no tienen nada que ver
con ella, a sus dudas respecto a toda su familia...
Una novela gráfica exquisita, delicada, sutil, sobre el desarraigo, las expectativas ajenas y cómo encontrar tu lugar en el mundo, realizada por Fumio Obata,que se exilió a Londres en 1991. Una ópera prima elegante y bien contada que revela a un autor con domino absoluto de los recursos del medio, claro ejemplo
de cómo hacer una historia donde lo importante está debajo de la anécdota. Además de ser uno de los libros más bonitos que se habrán publicado este año.… (más)

En occidente la muerte está rodeada de actos de dolor, este preside todos los actos hasta el entierro o cremación del fallecido. Por otro lado, en la cultura japonesa la muerte está rodeada de melancolía, el dolor pasa a un segundo plano, y esto no tiene que ver nada con esa percepción occidental de que los japoneses no muestran sus sentimientos, ni lloran en público, ni con el honor extremo, etc. Es algo inherente a su forma de percibir la vida y que se plasma en la literatura y el cine nipón. Al final de Caballos desbocados de Yukio Mishima el protagonista decide hacerse el harakiri; el acto de autoinflingirse la muerte lejos de macabro, honorífico o todo lo vinculado a esa acción se construye como un acto de la belleza de la muerte en un escenario idílico. En Soy un gato de Natsume Soseki la muerte del felino es inesperada por lo que el lector reconstruye la vida del animal en esos instantes generando una memoria colectiva por la vida de ese anónimo animal en la casa de ese profesor descastado. Aunque el caso más interesante es Kanji Watanabe, el protagonista de Vivir de Akira Kurosawa un funcionario que se enfrenta por primera vez a la vida tras haber sido diagnosticado de un cáncer terminal, en la segunda parte de la película este ha fallecido y contemplamos su legado de vida.

Así pues los actos funerarios nipones, y por extensión la muerte, están presididos por la melancolía y la presencia de un legado familiar y cultural. En Casualmente de Fumio Obata se plasman esos dos rasgos culturales; la obra del autor nipón residente en Reino Unido gira entorno a los actos funerarios del padre de la protagonista. La protagonista vuelve a Japón y allí se encuentra con todo el peso del legado cultural de manera casi aplastante todo aquello que creía haber dejado atrás vuelve a su presente. Yumiko se encuentra un país que ya no es su casa; es, a todos los efectos, una extranjera que contempla los usos y costumbres de su país de origen como ajenos, pero la muerte del padre le hace reconsiderar ciertos aspectos de su vinculación con su legado cultural: rompe con los estereotipos femeninos del país y se reencuentra con el críptico teatro Noh.… (más)