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Serge Lancel (1928–2005)

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Incluye el nombre: Lancel Serge

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New Light on Ancient Carthage: Papers of Symposium (1980) — Contribuidor — 11 copias

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Conocimiento común

Nombre legal
Lancel, Serge Henri
Fecha de nacimiento
1928-09-05
Fecha de fallecimiento
2005-10-09
Género
male
Nacionalidad
France
País (para mapa)
France
Lugar de nacimiento
San Miguel del Padron, Cuba
Lugar de fallecimiento
Grenoble, Isère, Auvergne-Rhône-Alpes, France
Educación
Université de Paris (Doctorat d'état, Lettres, 19 72)
Ecole Pratique des Hautes Etudes, Peirs (Diplôme, Mémoire " La superstition et la magie dans la littérature latine de l'époque néronienne et chez Juvénal", 19 52)
Agrégation de grammaire (1952)
Ecole normale supérieure, Ulm, Paris (1949 | 1952)
Lycée Louis-le-Grand
Lycée Pierre Loti, Rochefort-sur-Mer (Baccalauréat) (mostrar todos 7)
Collège Carnot, Cannes
Ocupaciones
Professeur (Latin, Antiquité)
Historien (Afrique du Nord, Rome)
Archéologue
Phililogue
Latiniste
Relaciones
Bloch, Raymond (Directeur de mémoire EPHE)
Organizaciones
Université de Grenoble III (Chargé d'enseignement, Latin, 19 65, Maître de conférences, 19 72, Professeur sans chaire, 19 74, Professeur, Littérature latine et civilisation romaine, 19 75, Directeur de l'UER d'études anciennes, 19 82| 19 89)
Université d'Alger (Maître de conférence, Langue et de littérature, 19 63 | 19 65)
Tananarive, Madagascar (Chargé de cours, Latin, 19 62 | 19 63)
Université de la Sorbonne (Assistant, Latin, 19 58 | 19 62)
Lycée Bugeaud , Alger (Professeur, Lettres supérieures, 19 57 | 19 58)
Lycée E. F. Gautier, Alger (Professeur, Lettres, 19 55 | 19 57) (mostrar todos 19)
Ecole française de Rome (Pensionnaire, 19 53 | 19 55)
Société nationale des antiquaires de France (Membre)
Société des études latines (Président)
Comité des travaux historiques et scientifiques (Membre, 19 79 | 20 00)
Musée et du site de Tipasa (Responsable, 19 63 | 19 66)
2e circonscription archéologique de l'Algérie (Directeur, 19 63 | 19 66)
Antiquités historiques de la Région Rhône-Alpes (Directeur, 19 73 | 19 75)
Mission archéologique française à Carthage (Directeur, 19 73 | 19 78)
Université d'Ottawa, Canada (Professeur invité, Etudes anciennes, 19 83)
Université de Princeton, Institute for Advanced Study (Professeur délégué, 19 78 | 19 79)
Bibliothèque inter-universitaire de Grenoble (Président du Conseil d'Administration, 19 82 | 19 91)
Académie delphinale, Grenoble (Membre)
Académie des inscriptions et belles-lettres (Membre correspondant, 19 97, Membre, 20 01 | 20 05)
Premios y honores
Chevalier de la Légion d'honneur‎
Chevalier des Arts et des Lettres
Officier de l'Ordre des palmes académiques
Chevalier de l'Ordre national du mérite
Commandeur de l'Ordre de la culture de la République tunisienne
Université de Fribourg, Suisse (Docteur honoris causa)

Miembros

Reseñas

¿Estaba Roma al alacance inmediato del vencedor? Al atardecer del 2 de agosto de 216, Maharbal, el hiparca púnico, así lo creía. Y así se lo dijo a su patrón, al que imaginaba ya cenando al cabo de cuatro días en el Capitolio. Aníbal respondió que necesitaba un poco de tiempo para refelxionar. Entonces recibió de Maharbal aquella respuesta un tanto despechada, que Tito Livio ha transcrito mediante una fórmula famosa por su concisión y vigor: "Vicenre scis, Hannibal, uictortia uti nescis" (XXII, 51, 2: "Sabes vencer, Aníbal, pero no sabes aprovechar la victoria"). Y Tito Livio, añadiendo que aquella vacilación de Aníbal significó sin duda la salvación de la ciudad y del imperio ("urbs atque imperioum"), da de antemano la razón a quienes piensan desde entonces -como J. P. Brisson, 1973, pp. 199-200- que en aquel momento preciso el destino del mundo del que somos herederos estuvo en el filo de la navaja.

De hecho, bien que le pese al vencedor de El-Alamein, que creía que Maharbal tenía razón (sir Bernard Montgomery, 1968, p. 97) las objeciones contrarias a una marcha forzada sobre Roma, después de Cannas, no habían cambiado desde Trasimeno (supra, pp. 127). Y, además , Aníbal tenía otros objetivos de guerra, otro plan. Hay que tomarse en serio sus palabras, aquellas que, tras realizar la selección de prisioneros y devolver a sus hogares a los aliados italianos, dirigió a los soldados romanos cautivos y cuyo rescate había fijado a un precio muy alto. Él no realizaba una guerra de exterminio, les dijo, sino una lucha para mantener la dignidad y el rango (dignitas) de su propia patria y asegurarle la hegemonía (imperium) (Tito Livio, XXII, 58,3). Aníbal esperaba, pues, que Roma pidiera la paz. Lo que quería era una victoria reconocida mediante un tratado que enderezara, en favor de Cartago, la humillante situación nacida de los tratados del 241 (la pérdida de Sicilia y al obligación de una cuantiosa indemnizaicón) y del 237 (la pérdida de Cerdeña) (C. Nicolet, 1978, p. 620).

Y veremos en la páginas siguientes que para lograr ese objetivo, el jefe púnico desplegó después de Cannas una intensa actividad diplomática en el sur de Italia, aprovechándose del eefecto sumamente desestabilizador de su victoria, que había apartado del bando romano a una parte de los apulios, a muchos samnitas, a lucanos y a brutios. Sin embargo, marchar sobre Roma, entrar en Roma, podía ser, si no un objetivo, al menos un sueño. Según Tito Livio, en más de una ocasión, por ejemplo en el año 211, cuando avanza con su caballería hasta los mismos muros de la icudad, o en el año 203, en el momento de dejar las costas del Bruttium para regresar a África, Aníbal se habría sentido abrumado por el remordimiento de no haber intentado entonces forzar la mano del destino."

"Aníbal". Serge Lancel. Crítica, 1997. Pág. 140-141.

"... Es la hora sin sombra. Melkart el Dios rige desde la cumbre del mediodía el mar de Cartago. Aníbal es la espada de Melkart.

Las tres fanegas de anillos de oro de los romanos que perecieron en Apulia, seis veces mil, han arribado al puerto.

Cuando el otoño esté en los racimos habré dictado el verso final.

Alabado sea Baal, Dios de los muchos cielos, alabada sea Tanith, la cara de Baal, que dieron la victoria a Cartago y que me hicieron heredar la vasta lengua púnica, que será la lengua del orbe, y cuyos caracteres son talismánicos.

No he muerto en la batalla como mis hijos, que fueron capitanes en la batalla y que no enterraré, pero a lo largo de las noches he labrado el cantar de las dos guerras y de la exultación.

Nuestro es el mar. ¿Qué saben los romanos del mar?

Tiemblan los mármoles de Roma; han oído el rumor de los elefantes de guerra.

Al fin de quebrantados convenios y de mentirosas palabras, hemos condescendido a la espada.

Tuya es la espada ahora, romano; la tienes clavada en el pecho.

Canté la púrpura de Tiro, que es nuestra madre. Canté los trabajos de quienes descubrieron el alfabeto y surcaron los mares. Canté la pira de la clara reina. Canté los remos y los mástiles y las arduas tormentas... "

Berna, 1984.

Jorge Luis Borges. "Fragmentos de una tablilla de barro descifrada por Edmund Bishop en 1867" en "Los Conjurados" (1985).
… (más)
 
Denunciada
longway | Mar 22, 2009 |

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