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Reseñas

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Yo creo que la idea de base es muy sugerente: el origen de las religiones es la sociedad. De ella emana, en realidad, la misma noción de "lo sagrado", contrapuesta a "lo profano", y también el concepto de rito. Cuando los creyentes están convencidos de separar unos tiempos y unos espacios para dedicarlos a la divinidad (con independencia de cuál sea el concepto de divinidad que se tenga, incluso los menos personalistas posibles), en realidad están sacralizando esos tiempos y espacios en favor de la propia sociedad, para reforzar sus vínculos comunes. Para demostrar esto, Durkheim recurre al análisis de los datos etnográficos relativos a las tribus aborígenes australianas, que él considera las más primitivas existentes.

Como digo, la idea de la influencia de la sociedad en la conformación de las religiones me parece muy sugestiva. Creo que es cierto que las expresiones religiosas están profundamente influidas por la sociedad de la que surgen, incluyendo no solo los aspectos externos sino incluso el sistema de creencias o parte de él. Pero me parece que los fenómenos que él describe tienen otra posible interpretación: que realmente exista un Dios más o menos personal. Si donde Durkheim dice "sociedad" nosotros decimos "Dios" nos sale, en algunos párrafos, un texto de ortodoxa teología. El autor parece dar por sentado que Dios no existe, y de ahí su explicación a fenómenos que, de otro modo, serían inexplicables y absurdos pero que, repito, resultan mucho más razonables si reconocemos la existencia de un Ser más o menos misterioso y trascendente que, de algún modo, se relaciona con los humanos. Cierto que no hay ninguna prueba positiva de la existencia de ese Ser, pero a estas alturas uno hace mucho tiempo que dejó de creer en el positivismo y en el cientifismo.

Por lo demás, el material que Durkheim escoge para apoyar sus ideas ha envejecido mucho. Desde luego, las observaciones etnográficas de finales del siglo XIX dejan mucho que desear desde nuestra perspectiva actual, como las nuestras, sin duda, lo harán dentro de un siglo. Lo peor, en mi opinión, es que Durkheim utiliza exclusivamente las prácticas religiosas de unos grupos muy concretos (los aborígenes del centro de Australia, con algunas excursiones a los indios norteamericanos) y las compara, inmediatamente y sin rubor, con las del cristianismo católico de su tiempo. Alguna vez, muy pocas, alude al judaísmo bíblico o a alguna práctica hindú, y nunca (nunca) al Islam ni a las religiones orientales. Tampoco parece querer asumir que todas las religiones evolucionan, y que no es lo mismo el cristiano de su época que el del siglo IV, o el judaísmo tal como se describe en la Biblia y el actual. No sé, pues, si un análisis más amplio arrojaría el mismo resultado de que solo la sustitución de Dios por la sociedad explica las prácticas religiosas en general. A mí me parece que no.

Pero, como digo, esto no obsta para que me parezca un muy gran libro. Una cosa es que no me haya convencido de sus tesis básicas y otra que no me haya hecho reflexionar en muchos momentos. Si le tengo que poner un pero, es demasiado largo para mi gusto. Uno, que ya va flojeando.½
 
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caflores | 5 reseñas más. | Aug 23, 2023 |
Páginas: 1 a 8 - 12 a 21 - 35 a 38 - 39 a 65 - 73 a 81 - 94 a 97 - 116 a 125 - 128 a 131 - 135 a 136 - 140 a 143 - 149 a 154 - 201 a 209 - 216 a 217 - 299 a 304 - 311 a 318 - 322 a 325.
 
Denunciada
mcecilias | 3 reseñas más. | Apr 5, 2014 |
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