Jane Jameson es la típica bibliotecaria que adora su trabajo. Se encarga de leerles cuentos a los niños y todos los demás trabajadores la aprecian mucho. Un día su jefa (la Sra. Stubblefield) decide echarla y contratar a Posey, una pirómana que resulta ser familiar suyo. La única compensarión que Jane va a recibir es un cheque-regalo para el bar Shenanigans.
Como no puede hacer nada, decirde marcharse a ahogar sus penas en alcohol. Allí conoce a Gabriel en la barra, hablan un rato y ella decide marcharse. Sola. Cuando está conduciendo su coche tiene una avería y decide ir caminando. Tiene la mala suerte de que un camionero borracho la confunde con un ciervo y le pega un tiro.
A punto de morir, Gabriel decide salvarle la vida transformándola en un vampiro. Jena se despierta bastante sorprendida y nada convencida de su nuevo estilo de vida. Este cambio traerá novedades a su recién descubierta vida y no todo será bueno.
A partir de entonces todo cambia. Podrá ver al fantasma de su tía favorita, que se convertirá en una gran ayuda y en una buena amiga. Zeb, su mejor amigo, intenta matarla cuando ella le intenta chupar la sangre; el grupo local de vampiros decide entregarle un "tentenpié" de bievenida; es acusada del asesinato de otro vampiro, Gabriel no para de intentar seducirla... Vamos, que hay de todo.
El libro está lleno de escenas tronchantes y de diálogos hilarantes y sirve para pasar un buen rato. No aporta nada nuevo sobre los vampiros pero cumple muy bien su función de entretener. La relación que tienen Jane y Gabriel es la típica de amor-odio y siempre que hay algún tipo de mejoría en su relación algo o alguien les interrumpe. También tenemos la aparición de alguna criatura sobrenatural más, bodas, peleas entre chicas y bastantes risas.
Hace tiempo que tenía este y el segundo de la saga dando vueltas por la estantería y finalmente he decidido empezarlos. Ya os contaré cómo me va con el siguiente. ( )