Walter es el hijo de un partisano italiano que dedicó su vida a luchar por la libertad. Andrea es heredero de las teorías de Nietzche filtradas por la sinrazón del neofascismo. Ambos adolescentes amigos desde la infancia y ahora alejados el uno del otro, van a ser protagonistas de dos destinos opuestos pero complementarios, dos vidas en las que el amor y la muerte les obligará a hacer un amargo balance de sus existencias.

Historia introspectiva de un hombre, hijo único de un viejo partisano alcoholizado, que va degradándose poco a poco por dentro y por fuera, sin dramatizar nunca demasiado, para acabar volviendo a su pueblo y a su viejo padre, y luego encontrar casi la paz junto a una especie de ermitaña que, a su vez, había acogido al único amigo del joven, un tipo que de fascista pasó a mercenario. Tira a aburrida, la verdad, y uno tiende a olvidarla con facilidad. ( )