Llega el esperado desenlace de la saga con Descender 6. Máquina de guerra. Hace una década gigantescos robots, conocidos como los Cosechadores, aparecieron en la órbita del grupo de los nueve planetas centrales que forman el Consejo Galáctico Unido (CGU) y dejaron a toda la humanidad devastada antes de desaparecer. El pequeño robot TIM-21 puede tener la clave de lo que quieren esos invasores y el porqué de su llegada.

En este tomo final, las diversas facciones que han estado persiguiendo a TIM-21 por fin se concentran alrededor del planeta oceánico Mata, mientras los robots emprenden su revolución galáctica. Pero nada puede preparar al joven androide Tim, ni a los lectores, para lo que va a pasar. Jeff Lemire y Dustin Nguyen ponen así fin a la saga Descender con un ritmo frenético y responden a todas las preguntas que los lectores han ido planteándose a lo largo de los cinco volúmenes anteriores. Emotivos y esperados reencuentros, nuevos universos, historias del pasado y lecciones sobre la convivencia para hacer de Descender 6. Máquina de guerra no sólo el fin de una era, sino también la plataforma de despegue de la siguiente aventura, en la que están ya trabajando los autores.

“Esto no tenía que acabar así –explica Lemire–. Tenía un final en mente para Descender desde el principio, y construí la serie para llegar a esa conclusión. Pero hace aproximadamente un año, empezó a parecerme que no estaba bien. El final me resultaba decepcionante después de más de 30 números siguiendo a Tim-21 y la pandilla”, continúa relatando. Tras un cambio de ritmo la cosa cuajó, y Lemire escribió el sexto volumen de la saga. “Nunca sabréis cómo tenía que acabar Descender. En vez de eso, vais a disfrutar de algo que me gusta mucho más. Espero que nos acompañéis en la siguiente fase de esta historia continuada. Nos estamos dejando el alma y nos encanta cada viñeta”, finaliza el guionista.

Antes de que el primer comic book de la edición en inglés de Descender se pusiera a la venta, Lemire y Nguyen, ganador del premio Eisner 2016 al mejor portadista por esta serie, tuvieron que lidiar con las múltiples ofertas que empezaron a recibir de los estudios de Hollywood para adquirir los derechos cinematográficos, que, finalmente, fueron comprados por Sony.