La trama es muy adictiva y sencilla así que no tardas mucho en leerlo y tampoco te pierdes en este mundo nuevo que la autora nos presenta con gárgolas y demonios. Layla, nuestra protagonista quiere ser normal y encajar en el instituto con sus amigos y salir con Zayne, su amor platónico. Pero hay un problemilla, es mitad demonio, mitad gárgola y esa habilidad puede ser de ayuda pero para ella es una especie de maldición porque puede matar a cualquiera con un solo beso, se come su alma. Layla vive con los Guardianes, gárgolas que cazan demonios para proteger el mundo humano. Ella se encarga de identificar demonios para que los guardianes luego acaben con ellos peero las cosas se van a complicar, obviamente, y ahí es donde entra Roth. Un demonio que pondrá el mundo de Layla y todo lo que ha creído hasta ahora patas arriba, mientras tienen que evitar que una serie de demonios destrocen y maten a toda la ciudad.

Está historia me enganchó completamente, lo devoré en dos días, y eso que solo lo leía por las noches. Me ha encantado que a parte de la vida amorosa nos centramos también en el misterio sobre el levantamiento de los demonios. Luego, el tema de los Guardianes me ha gustado aunque queda un vacío sobre el origen de los Guardianes que se completa un poco más con el segundo libro, el tercero aun no lo he leído pero imagino que habrá aun mas información.

Los personajes están bien definidos y tenemos varios importantes en la historia. Empezaré con Zayne que es un guardián y el hermano adoptivo de nuestra protagonista. Es perfecto a ojos de todos pero a mi personalmente no me gusta nada ni como es ni las actitudes que tiene. Cada vez que sale me aburre un poco, y su forma de ser tan perfecto, tampoco me meteré mucho a describir este personaje.

Luego tenemos a Roth, un demonio que, al principio es bastante misterioso y hace que queramos saber más de él y de sus intenciones. No es un demonio normal y tiene muchas sorpresas como Bambi peero esto ya lo descubriréis vosotros con la lectura. Roth le da el toque divertido y adictivo a la historia y, para mi, es el mejor personaje hasta ahora de esta historia.

Sam y Stacy son los amigos del instituto de Layla que no saben nada sobre que ella es mitad demonio, mitad gárgola. Sam es el amigo friki que sabe un montón de curiosidades absurdas y Stacy, al principio me pareció la típica amiga de libro de instituto, un poco pesada pero luego veréis que cambia y adquiere más protagonismo.

Y por último mencionaré a Abbott que al igual que su hijo, Zayne, tampoco me ha gustado y no quiero deciros nada de él para que descubráis por vosotros mismos por que no me cae nada pero que nada bien.

El romance es lo único que a mi no me ha acabado de convencer. Nos encontramos con un triángulo amoroso, que ya de primeras no me suelen gustar, pero es que en este caso me sobraba mucho uno de los integrantes de este triángulo. Vamos, que yo no habría tenido duda ninguna, no sé en que está pensando Layla.

En resumen me ha parecido una historia fascinante con todo el tema de las gárgolas y los demonios. Es muy adictivo, sencillo y se lee en un suspiro, como todas las historias de la autora, engancha mucho y aunque tiene cositas del romance entre los protagonistas que no me convencen mucho mejora con el siguiente libro. Los personajes están muy bien construidos. ( )