Todos los sistemas políticos de la era moderna han sido los productos de tres ideologías distintas: La primera y más antigua, es la democracia liberal; la segunda es el marxismo; y la tercera es el fascismo. Las dos últimas hace mucho que fracasaron y pasaron a las páginas de la historia, y la primera ya no opera como una ideología, sino más bien como algo dado por supuesto. El mundo de hoy día se encuentra en el borde de una realidad post-política - una en que los valores del liberalismo están tan profundamente incrustados que la persona media no es consciente de que hay una ideología funcionando en torno a sí misma. Como consecuencia, el liberalismo está amenazando con monopolizar el discurso político y sumergir al mundo en una uniformidad universal, destruyendo todo lo que hace únicas a las diferentes culturas y pueblos. Según Aleksandr Duguin, lo que se necesita para abrirse camino en esta ciénaga es una cuarta ideología -una que escudriñe los restos de las tres primeras para buscar los elementos que podrían ser útiles, pero que siga siendo innovadora y única en sí misma. Dugin no ofrece un programa punto por punto para esta nueva teoría, sino que más bien delinea los parámetros dentro de los que podría desarrollarse y los temas a los que debería dirigirse.