Marianna Jameson

Un huracán de categoría 4, con vientos de hasta 155 millas por hora, arranca techos de edificios, rompe ventanas y puertas y puede enviar inundaciones hasta el segundo piso. Se sugiere la evacuación hasta seis millas tierra adentro.
El huracán Katrina era de categoría 4 cuando tocó tierra.
El huracán Simone es de categoría 7, la tormenta más grande y fuerte registrada en la historia. Cuando llegue a la ciudad de Nueva York, los rascacielos caerán. Los subterráneos y túneles se inundarán. El Bajo Manhattan y gran parte de Queens y Brooklyn desaparecerán bajo más de diez metros de agua.
A lo largo de la costa este, los pueblos y ciudades están siendo evacuados a medida que la lluvia, impulsada por el viento, azota la costa y las marejadas ciclónicas se estrellan contra los diques. Las carreteras están llenas de automovilistas que huyen, cuyos coches están repletos de todas las pertenencias personales que se pueden meter, además de familiares, amigos y queridas mascotas. Un gran desastre natural se está gestando en el Atlántico.
Excepto que Simone no es natural. Ella es el producto de la ciencia meteorológica que maneja el multimillonario Carter Thompson como parte de una venganza personal contra el presidente de los EE.UU., Winslow Benson. Una vez, Carter quiso traer lluvia al desierto y alimentar a los pueblos hambrientos del planeta. Ahora quiere mostrarle a Benson, y al resto del mundo, cuán poderosos pueden ser el viento y el agua.
Si la tecnología creó a Simone, quizás la tecnología pueda detenerla. Depende de Kate Sherman, una vez miembro del equipo meteorológico de Carter; y Jake Baxter, un meteorólogo de la CIA, para intentarlo, usando un arma secreta de la Marina de los EE.UU.… (más)