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Reseñas
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A MANERA DE PRÓLOGO
La ciencia reconoce al fin al vegetarismo como el sis-
tema alimentario más adecuado. Ya nadie duda ahora, de
que somos lo que comemos, lo que bebemos y lo que res-
piramos. El gran biólogo ruso, Dr. Metchnikoff, premio No-
bel y director que fue del Instituto Pasteur de París,
declaraba ya por allá los años quince: «Que la causa de la
arterioesclerosis, la vejez prematura y el envejecimiento,
era la mala costumbre de comer carne...». El hombre es
de origen vegetariano y aunque durante siglos la venga
comiendo, no han pasado tantos, para haberse acoplado
ya a la constitución fisiológica de los animales carnívoros,
por lo tanto le sobran metros de intestinos, para equipararse
a ellos. Las carnes al permanecer más tiempo en
éllos, producen putrefacciones en lugar de simples fermentaciones,
como es lo normal en los animales vegetarianos,
desarrollándose entonces, los procesos de intoxicación y
envenenamientos lentos pero seguidos.
Dicho premio Nobel, autor del descubrimiento de que
casi todas las enfermedades, provienen de las putrefacciones
alimentarias que tienen lugar en los intestinos, creía
que si el hombre pasado al carnivorismo, se le acortaban
las tripas, se libraría de muchísimas de éllas.
Desde siempre, tiempos antiguos y modernos, cuando
el hombre se ha mantenido dentro de las leyes de la
Naturaleza y vegetarianas, ha triunfado siempre en la salud
en los deportes y en la superioridad física e intelectiva.