Cuando Grace y su hijo Sigi consiguen por fin, tras la separación provocada por la guerra, reunirse con su ilustre marido, Charles-Edouard, e instalarse en Francia, no sólo Nanny tiene dificultades para adaptarse a las costumbres del nuevo país. Grace pierde pie ante las elegantísimas mujeres francesas, y se ve sorprendida por un mundo de cotilleos, amantes y complicados affairs. Pero las sorpresas no acabarán ahí, más tarde descubrirá que su marido tiene tendencia a perseguir a cuanta mujer atractiva se cruza en su camino. Todo le hace pensar que su matrimonio está a punto de terminar y que seguramente sea el momento de volver a Inglaterra; será entonces cuando la “bendición”, el pequeño Sigi, uno de los personajes más logrados de la autora, tome cartas en el asunto.

Corren los años de la Segunda Guerra Mundial. Grace, hija del terrateniente inglés Sir Conrad Allinghan está prometida con Huggie Palgrave. De forma casual conoce al aristócrata francés Charles-Edouard de Valhubert con el que se casa poco antes de que este se fuera a la guerra y dejándola embarazada. Pasan siete años y Grace y su hijo Sigi, se reunen con Charles-Edouard, y se instalan en Francia. Les acompaña Nanny, la niñera que cuido de Grace y ahora de su hijo. Ambas tienen dificultades para adaptarse a las costumbres del nuevo país y , además, Charles-Eduard persigue a cuanta mujer encuentra por su camino.
Al descubrir una de las aventuras de su marido, Grace vuelve a Inglaterra con su hijo Sigi. No obstante, el matrimonio se quiere y desean volver uno junto al otro pero, de dificultar la tarea, se encargará “la bendición” de la familia: el hijo de ambos, Sigismond.