Cuando Dilvish consiguió escapar del Infierno, juró vengarse del mago que lo había arrojado allí. Pero Jelerak, señor del Castillo Sin Tiempo, había desaparecido. Alrededor del castillo, la Tierra cambiante era una pesadilla viviente que acechaba a todo aquel que se atrevía a internarse en ella, desatando la magia incontenible de su creador, el dios loco Tuala. y ahora un grupo de magos y hechiceros se dieponía a entrar, tratando de hacerse con los arcanos secretos encerrados entre sus muros. la situación, pensó Dilvish, era un completo desastre.
"La tierra cambiante" es la apasionante conclusión de "Dilvish, el maldito" (núm. 5 de esta colección). De hecho, Zelazny dio a publicar el primer libro debido a la calurosa acogida que obtuvo La Tierra Cambiante, una novela ágil y desenfadada en la que se mexclan elementos procedentes de los Mitos de Cthulhu, y numerosos tópicos de la fantasía moderna a los que el autor sabe dotar de nueva intensidad.