Muchas mujeres se sienten perdidas cuando tratan de planificar su futuro financiero, aunque en su vida profesional sean capaces de administrar presupuestos millonarios y en casa sean las encargadas de administrar los gastos cotidianos y las facturas de su hogar. A veces dejan los asuntos de dinero en manos de los hombres de sus vidas o posponen decisiones importantes, superadas por el miedo o la incomprensión. David Bach ofrece a las mujeres las herramientas y el programa que necesitan. Ha descubierto que ellas tienden a ser por naturaleza grandes inversoras cuando aprenden a aprovechar sus valores. Bach afirma que mientras los hombres tienden a concentrarse en más a ganar dinero para cosas -coches, barcos, juegos de palos de golf...-, las mujeres que priorizan sus valores -seguridad, libertad y educación- son capaces de comprometerse fácilmente con un plan de ahorros y de inversión a largo plazo para construir el futuro que realmente quieren. ( )