Sultana es el nombre ficticio de una verdadera princesa saudí, pariente del propio rey. Nacida en medio de una riqueza fabulosa, deambula en sus cuatro mansiones esparcidas en tres continentes, adonde se traslada en un jet privado. Sus alhajas deslumbran, y el lujo que la rodea es indescriptible. Sin embargo, cubierta con un velo negro de la cabeza a los pies, carece de libertad y ha vivido prisionera de su padre, de su marido y de sus hijos, y cercada por rígidas costumbres. Sultana narra su propia vida, desde la turbulenta infancia al matrimonio concertado -que fue feliz hasta que su marido decidió desplazarla para tomar una segunda esposa- y la de sus hermanas, amigas y sirvientas. En el confinamiento de las habitaciones destinadas a las mujeres, comparte el afecto y las confidencias, pero también una historia de opresión y hechos aberrantes: niñas de trece años obligadas a casarse con hombres cinco veces mayores, jóvenes ahogadas, apedreadas o recluidas para siempre en celdas sin ventanas. Con su valiente testimonio, Sultana -que oculta su identidad- se arriesga a atraer sobre sí la ira del establishment saudí. En esta tierra sin esperanzas para las mujeres saudíes, la libertad de expresión se castiga con la muerte. A través del relato de su vida a una escritora occidental. Sultana nos permite ver mas allá de los velos de esta sociedad, para adentrarnos en el corazón mismo de una nación en la que el sexo, el dinero, el poder y los hombres son soberanos supremos. (Descripción del editor).