EL HOMBRE Y SUS SÍMBOLOS

Carl G. Jung
El hombre y sus símbolos

Se trata de un libro que no dudamos en calificar de
fundamental. Es el resultado de un trabajo de equipo
realizado por Jung y sus más íntimos colaboradores, donde se
estudia la importancia de los símbolos tal como se presentan
en la mente humana, y de manera especial a través de los
sueños. A la preparación de este trabajo dedicó Jung los
últimos meses de su vida.

Psicólogo y psiquiatra suizo (1875-1961), se formó en las
universidades de Basilea y Zurich, de las que más tarde sería
profesor. Colaboró con Freud durante varios años. Sus estudios
han contribuido al desarrollo del psicoanálisis y de la
caracterología. Su obra escrita sobre tales materias ha tenido
amplia difusión, por la sutilidad con que incide en
planteamientos que preocupan al hombre contemporáneo

EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS

Si la antropología es el estudio de lo que significa ser humano, podemos considerar a Jung tanto un antropólogo como un psicólogo formativo, porque hace bien en recordarnos descaradamente lo que el hombre realmente es: un animal pensante, pero un animal , no obstante. Aunque nos guste pensar lo contrario, el hombre civilizado no es tan diferente del hombre arcaico. "Los pensamientos ... son un descubrimiento relativamente tardío del hombre", enfatiza, y sin embargo, como señala Joseph Campbell, "la conciencia piensa que está dirigiendo la tienda. Pero [de hecho] es un órgano secundario de un ser humano total, y no debe ponerse a sí mismo en control. Debe someterse y servir a la humanidad del cuerpo ". El" cuerpo humano representa un museo completo de órganos, cada uno con una larga historia evolutiva detrás de él ". En verdad, "El hombre moderno es, de hecho, una curiosa mezcla de características adquiridas durante las largas edades de su desarrollo mental. Este ser confuso es el hombre y sus símbolos con los que tenemos que lidiar ".

El hombre contemporáneo "está ciego al hecho de que, con toda su racionalidad y eficacia, está [todavía] poseído por poderes que están más allá de su control. Sus dioses y demonios no han desaparecido en absoluto; simplemente tienen nuevos nombres. Lo mantienen huyendo con inquietud, aprensiones vagas, complicaciones psicológicas, una necesidad insaciable de pastillas, alcohol, tabaco, comida y, sobre todo, una gran variedad de neurosis. "En otras palabras," lo que llamamos conciencia civilizada tiene constantemente se separó de los instintos básicos. Pero estos instintos no han desaparecido. Simplemente han perdido su contacto con nuestra conciencia y se ven obligados a afirmarse de manera indirecta ".

En resumen, nuestra intimidad con la psique total ha sido un desafortunado jetsam de la sociedad evolucionada. Pero Jung señala: "Como una planta produce su flor, entonces [sabemos] que la psique crea sus símbolos. Cada sueño es evidencia de este proceso. "Por lo tanto, a través de estos símbolos, a través de estos ecos del inconsciente, podemos volver a conocer y relacionarnos con todo el Sí mismo. Cultivar una relación con estos símbolos significa familiarizarse con las partes desconocidas de uno mismo (y también con las mismas luchas del hombre antiguo). Jung nos recuerda que "el estudio del simbolismo individual, así como del colectivo, es una tarea enorme", pero con su ayuda nos encontramos mucho más cerca del logro

EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS
CARL GUSTAV JUNG

Si la antropología es el estudio de lo que significa ser humano, podemos considerar a Jung tanto un antropólogo como un psicólogo formativo, porque hace bien en recordarnos descaradamente lo que el hombre realmente es: un animal pensante, pero un animal , no obstante. Aunque nos guste pensar lo contrario, el hombre civilizado no es tan diferente del hombre arcaico. "Los pensamientos ... son un descubrimiento relativamente tardío del hombre", enfatiza, y sin embargo, como señala Joseph Campbell, "la conciencia piensa que está dirigiendo la tienda. Pero [de hecho] es un órgano secundario de un ser humano total, y no debe ponerse a sí mismo en control. Debe someterse y servir a la humanidad del cuerpo ". El" cuerpo humano representa un museo completo de órganos, cada uno con una larga historia evolutiva detrás de él ". En verdad, "El hombre moderno es, de hecho, una curiosa mezcla de características adquiridas durante las largas edades de su desarrollo mental. Este ser confuso es el hombre y sus símbolos con los que tenemos que lidiar ".

El hombre contemporáneo "está ciego al hecho de que, con toda su racionalidad y eficacia, está [todavía] poseído por poderes que están más allá de su control. Sus dioses y demonios no han desaparecido en absoluto; simplemente tienen nuevos nombres. Lo mantienen huyendo con inquietud, aprensiones vagas, complicaciones psicológicas, una necesidad insaciable de pastillas, alcohol, tabaco, comida y, sobre todo, una gran variedad de neurosis. "En otras palabras," lo que llamamos conciencia civilizada tiene constantemente se separó de los instintos básicos. Pero estos instintos no han desaparecido. Simplemente han perdido su contacto con nuestra conciencia y se ven obligados a afirmarse de manera indirecta ".

En resumen, nuestra intimidad con la psique total ha sido un desafortunado jetsam de la sociedad evolucionada. Pero Jung señala: "Como una planta produce su flor, entonces [sabemos] que la psique crea sus símbolos. Cada sueño es evidencia de este proceso. "Por lo tanto, a través de estos símbolos, a través de estos ecos del inconsciente, podemos volver a conocer y relacionarnos con todo el Sí mismo. Cultivar una relación con estos símbolos significa familiarizarse con las partes desconocidas de uno mismo (y también con las mismas luchas del hombre antiguo). Jung nos recuerda que "el estudio del simbolismo individual, así como del colectivo, es una tarea enorme", pero con su ayuda nos encontramos mucho más cerca del logro.

EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS

El hombre y sus símbolos es el último trabajo psicológico emprendido por Carl Gustav Jung antes de su muerte en 1961.

Contenido:

Inicialmente publicado en 1964, está dividido en cinco partes, cuatro de las cuales están escritas por colaboradores de Jung: Joseph L. Henderson, Marie-Louise von Franz, Aniela Jaffé y Jolande Jacobi.

El libro pretende ser una introducción a las teorías de Jung y fue originalmente escrito para el público en general y no para estudiantes de psicología.
Esta es la primera y única obra de Carl G. Jung, el famoso psicólogo suizo, dedicada a explicar a los lectores cuál fue su mayor contribución al conocimiento de la mente humana: la teoría del simbolismo, y en especial el papel que ésta desempeña en los sueños. Mediante más de quinientas ilustraciones, que complementan el texto y proporcionan un comentario rápido y excepcional al pensamiento del autor. Jung explora aquí, entre otras cosas, el significado simbólico del arte contemporáneo y los significados psicológicos de las experiencias más corrientes de la vida cotidiana, todo ello a partir del análisis de la naturaleza y función de los sueños. A lo largo de las presentes páginas, Jung no sólo se dedica a subrayar que el hombre únicamente podrá alcanzar su plenitud conociendo y aceptando el inconsciente, conocimiento que se adquiere mediante el análisis de los sueños y sus símbolos, sino también a demostrar que todo sueño es un mensaje directo, personal y significativo, que utiliza los símbolos comunes a toda la humanidad de una forma totalmente individualizada, que a su vez sólo puede interpretarse mediante una "clave" también individual.

EL HOMBRE Y SUS SIMBOLOS

Si la antropología es el estudio de lo que significa ser humano, podemos considerar a Jung tanto un antropólogo como un psicólogo formativo, porque hace bien en recordarnos descaradamente lo que el hombre realmente es: un animal pensante, pero un animal , no obstante. Aunque nos guste pensar lo contrario, el hombre civilizado no es tan diferente del hombre arcaico. "Los pensamientos ... son un descubrimiento relativamente tardío del hombre", enfatiza, y sin embargo, como señala Joseph Campbell, "la conciencia piensa que está dirigiendo la tienda. Pero [de hecho] es un órgano secundario de un ser humano total, y no debe ponerse a sí mismo en control. Debe someterse y servir a la humanidad del cuerpo ". El" cuerpo humano representa un museo completo de órganos, cada uno con una larga historia evolutiva detrás de él ". En verdad, "El hombre moderno es, de hecho, una curiosa mezcla de características adquiridas durante las largas edades de su desarrollo mental. Este ser confuso es el hombre y sus símbolos con los que tenemos que lidiar ".

El hombre contemporáneo "está ciego al hecho de que, con toda su racionalidad y eficacia, está [todavía] poseído por poderes que están más allá de su control. Sus dioses y demonios no han desaparecido en absoluto; simplemente tienen nuevos nombres. Lo mantienen huyendo con inquietud, aprensiones vagas, complicaciones psicológicas, una necesidad insaciable de pastillas, alcohol, tabaco, comida y, sobre todo, una gran variedad de neurosis. "En otras palabras," lo que llamamos conciencia civilizada tiene constantemente se separó de los instintos básicos. Pero estos instintos no han desaparecido. Simplemente han perdido su contacto con nuestra conciencia y se ven obligados a afirmarse de manera indirecta ".

En resumen, nuestra intimidad con la psique total ha sido un desafortunado jetsam de la sociedad evolucionada. Pero Jung señala: "Como una planta produce su flor, entonces [sabemos] que la psique crea sus símbolos. Cada sueño es evidencia de este proceso. "Por lo tanto, a través de estos símbolos, a través de estos ecos del inconsciente, podemos volver a conocer y relacionarnos con todo el Sí mismo. Cultivar una relación con estos símbolos significa familiarizarse con las partes desconocidas de uno mismo (y también con las mismas luchas del hombre antiguo). Jung nos recuerda que "el estudio del simbolismo individual, así como del colectivo, es una tarea enorme", pero con su ayuda nos encontramos mucho más cerca del logro