La primera de las "sonatas" que componen las "Memorias amables del marqués de Bradomín", aunque fue la tercera en publicarse. Valle hace un ejercicio de recreación e idealización de un tiempo lejano (el renacimiento italiano) interpretándolo a su propio estilo, sin preocuparse demasiado de su versimilitud y menos de su historicidad. Simplemente "mola" así. Me recuerda a la forma que tendría, años más tarde, el diseñador Rodríguez Ojeda de imaginar los soldados romanos para el traje de los "armaos" de la Macarena, hoy tan populares. Bueno, pues algo así pero en literatura.

Todo son suspiros, recatos más o menos falsos, palacios fastuosos, complots en la oscuridad, sillas de posta, asaltos amorosos en los jardines, bellísimas doncellas que van a ser monjas, malvados e hipócritas mayordomos, altivas princesas, frailes misteriosos y hasta una bruja. Y, sobre todo ello, un cierto halo a la vez maldito y atractivo alrededor del protagonista que provoca un desenlace sorprendente (al menos para mí) y algo incoherente, pero bellísimo. Todo es aquí estética. ( )

Traster 4 - caixa 3