Parker era un profesional. Cada uno de sus trabajos era garantía de éxito. No importaba cuán difícil o peligroso pudiera ser: si conseguía reunir un buen equipo y los beneficios eran razonablemente elevados, no había banco o caja fuerte que se le resistiera. Incluso bajo las condiciones más desfavorables, su sangre fría y su falta de escrúpulos pasaban por encima de cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Por ello, cuando su mujer y sus socios creyeron que sería una buena idea traicionarle y huir con su último botín, cometieron sin saberlo el mayor error de sus vidas. Peor aún: cuando le dispararon a quemarropa para acabar con su vida, deberían haberse cerciorado de que, efectivamente, Parker jamás sería capaz de levantarse de nuevo para cumplir la más sangrienta y cruel de las venganzas.

Parker, cuyo nombre de pila nunca sabremos, es un ladrón. En un golpe es traicionado por su mujer y por uno de los socios, que le dejan por muerto. Pero no está muerto. Tras un tiempo, incluyendo algunos meses de cárcel bajo otra identidad, Parker reaparecerá para buscar a los que le han traicionado, empezando por la mujer y siguiendo por el socio, que por lo demás ha ingresado en "la Familia".

Es una estupenda novela de delincuentes, que utiliza el viejo argumento de la venganza del cazador solitario (su título en inglés es "The hunter") y le incorpora unos muy hábiles "flashbacks" que nos llevan, como era de esperar, a las motivaciones de unos y otros, incluyendo las razones "empresariales" de la "Familia", también llamada "sindicato" y "organización". Adobado con las adecuadas dosis de violencia y sexo, sin excederse nunca pero sin cortarse tampoco. Esta edición incluye un prólogo del autor, escrito mucho después, que nos cuenta de forma muy entretenida algunos de los entresijos de la edición de la que fue su primera novela. ( )