Monzó no puede resistirse a la pulsión matemática de cerrar los bucles y apuntar a los infinitos. Lástima que eso haga algunos cuentos bastante previsibles. Además: ácido y pesimista. ( )

Pequeñas historias de personajes urbanos, banales, cómicos, que muestran sus contradicciones, sobre todo en las relaciones de pareja que construyen a lo largo de su vida y que, en la mayoría de ellas, se ven trastocadas por el deseo sexual, la mentira y la infidelidad. Divertimento literario sin grandes pretensiones. No es precisamente un alarde de imaginación ni de estilo. Supongo que pretende ser más crónica de nuestro tiempo, que una obra que deje huella. ( )