Pulse en una miniatura para ir a Google Books.
Cargando... La septieme fonction du langage (2015 original; edición 2016)por Laurent Binet (Autor)
Información de la obraThe Seventh Function of Language por Laurent Binet (2015)
Cargando...
Inscríbete en LibraryThing para averiguar si este libro te gustará. Actualmente no hay Conversaciones sobre este libro. Una sátira a la intelectualidad francesa. La muerte de R. Barthes es investigada como un atentado, y ello sirve para que en clave de parodia el autor desarrolle una investigacion mezclando realidad con ficción y personajes reales en situaciones inverosimiles, En el medio la elección entre Giscard y Miterrand y la búsqueda de un documento que puede cambiar la historia del mundo. El 25 de marzo de 1980, Roland Barthes muere atropellado. Los servicios secretos franceses sospechan que ha sido asesinado y el inspector de policía Bayard, un hombre conservador y de derechas, es el encargado de la investigación. Junto con el joven Simon Herzog, profesor ayudante en la universidad y progresista de izquierdas, inicia una pesquisa que os llevará a interrogar a figuras como Foucalt, Lacan o Lévy… y a descubrir que el caso tiene una extraña dimensión mundial. La séptima función del lenguaje es una inteligente y astuta novela que narra el asesinato de Roland Barthes en clave de parodia, con carga de sátira política y una trama detectivesca. Como ya hiciera con HHhH, Binet rompe aquí de nuevo los límites entre ficción y realidad: mezcla hechos, documentos y personajes reales con una historia imaginaria para construir un audaz y divertidísimo relato sobre el lenguaje y su poder para transformarnos. El 25 de marzo de 1980, Roland Barthes muere atropellado. Los servicios secretos franceses sospechan que ha sido asesinado y el inspector de policía Bayard, un hombre conservador y de derechas, es el encargado de la investigación. Junto con el joven Simon Herzog, profesor ayudante en la universidad y progresista de izquierdas, inicia una pesquisa que os llevará a interrogar a figuras como Foucalt, Lacan o Lévy… y a descubrir que el caso tiene una extraña dimensión mundial. La séptima función del lenguaje es una inteligente y astuta novela que narra el asesinato de Roland Barthes en clave de parodia, con carga de sátira política y una trama detectivesca. Como ya hiciera con HHhH, Binet rompe aquí de nuevo los límites entre ficción y realidad: mezcla hechos, documentos y personajes reales con una historia imaginaria para construir un audaz y divertidísimo relato sobre el lenguaje y su poder para transformarnos.
The 7th Function of Language isn’t (only) playing for lowbrow/highbrow laughs; it’s a mise en scène of conflicting ideas about Frenchness. In an election year that saw Marine Le Pen get dangerously close to the French presidency, Binet’s postmodern policier asks where the nation is going, and what kind of car it will drive to get there. Laurent Binet sait très très bien raconter les histoires et tout son livre est lui-même une étourdissantes démonstration de la puissance du romanesque le plus échevelé. On rit beaucoup, on se laisse surprendre par l’énormité de son culot et de son mauvais goût assumé… mais, une fois qu’on a bien ri dans cet entre-soi germano-pratin, le fond de la doctrine reste obscur. Vanité des vanités… Et quand la plume aiguisée ne s’élève pas pour nous plonger dans l’ambiance mystérieuse du roman policier, elle s’assagit pour nous donner des leçons de linguistique. Les pensées de Machiavel, Starobinksi et celle de Barthes évidemment, s’exposent clairement et simplement. La septième fonction du langage n’est pas seulement un roman, c’est une introduction à la sémiologie. Et heureusement pour le lecteur, le ton n’est pas hautain. t en même temps, évidemment, tout est vrai, dès lors que l’on a repéré sur la couverture la précision « roman » – ainsi que l’effacement du “ vrai ” Barthes comme celui du “ vrai ” Heydrich pour HHhH – et que, par le pacte de lecture (je m’exprime comme il y a trente ans), on prend cette histoire pour un pur délire, une démonstration par l’absurde de ce qu’est le mentir-vrai. Mais un délire totalement maîtrisé, et surtout terriblement utile. Tiene la adaptaciónPremiosDistinciones
Fiction.
Literature.
HTML:Vuelve el autor del best seller HHhH. El 25 de marzo de 1980, Roland Barthes muere atropellado. Los servicios secretos franceses sospechan que ha sido asesinado y el inspector de polica Bayard, un hombre conservador y de derechas, es el encargado de la investigacin. Junto con el joven Simon Herzog, profesor ayudante en la universidad y progresista de izquierdas, inicia una pesquisa que os llevar a interrogar a figuras como Foucalt, Lacan o Lvy... y a descubrir que el caso tiene una extraa dimensin mundial. La sptima funcin del lenguaje es una inteligente y astuta novela que narra el asesinato de Roland Barthes en clave de parodia, con carga de stira poltica y una trama detectivesca. Como ya hiciera con HHhH, Binet rompe aqu de nuevo los lmites entre ficcin y realidad: mezcla hechos, documentos y personajes reales con una historia imaginaria para construir un audaz y divertidsimo relato sobre el lenguaje y su poder para transformarnos. Una novela deliciosa, divertida e ingeniosa, Page. No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
Debates activosNingunoCubiertas populares
Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)843.92Literature French and related languages French fiction Modern Period 21st CenturyClasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
¿Eres tú?Conviértete en un Autor de LibraryThing. |
Este me llamó la atención por el planteamiento: cuando RB fallece tras ser atropellado por una furgoneta de lavandería, determinados estamentos del Estado (tan reales como dignos de una comedia de Lubitsch) sospechan que ha sido un asesinato y empieza una trama detectivesca de un absurdo subido. Hay que poner las cosas un poco en contexto: Mitterrand acercándose al Elíseo a toda velocidad y gran efervescencia en la intelectualidad francesa y en los círculos barthesianos y asimilados.
Se encarga de la investigación un policía alucinante, ayudado por un intérprete semiólogo (es decir un intérprete francés-rolandobarthesino, o un intérprete semiologiano-francés, según se mire) que deberá ayudarle a desenmarañar algunas de las incógnitas que se van presentando, como por ejemplo, a qué se debe que haya tantos búlgaros en la universidad francesa o por qué BHL no se abrocha la camisa. Al ser semiólogo, puede leer en los signos y medirse perfectamente con Sherlock Holmes (o con Guillermo de Baskerville), si a alguien le cabía alguna duda.
De vez en cuando, se intercalan explicaciones transparentes, que valdrían como perfectos apuntes de clase, sobre las últimas teorías de Foucault, las funciones del lenguaje o las diferencias entre ilocución y perlocución. El congreso en Cornell (Ithaca), por el que desfilan Kristeva, Chomsky, Irigaray, Jameson, Lyotard, Foucault, Searle, Jakobson, Derrida, Guattari, Culler, Paul de Man, Cixous, Butler jovencísima, junto con sus traductores, alumnos, archienemigos y adláteres, te hace explotar la cabeza. Y el papel de honor de mi semiólogo favorito (que, tengo que decirlo, por muy alto que esté Barthes en mi estima, no es Barthes), me ha emocionado lo indecible. El final es un poco tropezoso y se inventa cosas a porrillo, pero bueno, lo acepto, porque me lo he pasado muy bien y me ha llenado las alforjas de ideas y reflexiones.
Es un libro inteligente a más no poder, además de deliciosamente malvado, no deja títere con cabeza. Y además todo, todo, todo es metalenguaje, escondido en los múltiples cajoncitos que tiene cada frase y cada intriga. Y el lenguaje es realmente el único protagonista, el que tiene capacidad para matar, salvar, explicar, destruir. Eso lo sabemos los enamorados del lenguaje, pero está bien verlo elevado al rango de entidad.
La verdad, visto ahora, tenía que haberle dado prioridad cuando estuve con el Barthes, entre bromas y veras, presenta una imagen muy clara y veraz de la genealogía de Barthes y sus diferentes ramificaciones y de los círculos intelectuales de la época, solo que te mondas de risa cuando la lees.
En fin, aquí lo dejo, quizá tendría que dedicarle una entrada porque no tiene desperdicio y despliega hilos infinitos que se cruzan con casi todo lo que estoy haciendo ahora.