Dashiell Hammett (1894–1961)

La llave de cristal (1931) se centra en la investigación de un homicidio en el ambiente pre electoral de una ciudad norteamericana dominada por dos bandas de gangsters rivales. El protagonista, Ned Beaumont, guardaespaldas del gangster Paul Madvig, se ve forzado por las circunstancias a descubrir al culpable del crimen, a pesar de las repercusiones que la investigación tiene en la lucha electoral. Junto a la fuerza bruta, los instintos criminales y la crítica de la vida política norteamericana, laten en todo el relato los comportamientos generosos y desinteresados y los sentimientos nobles. Bajo la crudeza y el sarcasmo exteriores, el sutil arte narrativo de Dhasiell Hammett(1894-1961) consigue plasmar la compleja ambigüedad de los personajes.… (más)

¡Ah, qué ganas tenía de volver a encontrar una novela de detectives a la antigua! Nada nos distrae de las andanzas del protagonista, un tipo duro y listo, aunque se equivoque, y también divertido en los momentos adecuados. Asesinatos, policías que quizá se excedan pero en el fondo son buena gente, una trama compleja (olvídense los que pretendan saber quién es el asesino antes de que nos lo diga el protagonista), algunos mamporros por aquí y por allá y muchísimo alcohol y hasta drogas de por medio. Y, en fin, el estilo directo, sin divagaciones ni introspecciones, que tanto nos fascina a los adictos a estas cosas. Vamos, lo que viene siendo el género.

La novela incorpora algunos elementos deliciosamente discordantes. Nick Charles está ya retirado y vive de unos imprecisos negocios, y se mete en la investigación casi a la fuerza. Está pasando unas vacaciones de Navidad en Nueva York con su encantadora esposa, poseedora de una insaciable curiosidad y un envidiable sentido del humor: se divierte incluso cuando a su marido le pegan un tiro y a ella le dejan inconsciente. Este personaje, la verdad, es el que más me ha gustado, aunque tampoco está nada mal el astuto policía, cuya colaboración con el detective siempre resulta algo ambigua. Estos dos secundarios me recuerdan a los que escoltan a Sherlock Holmes.

En resumen: me lo he pasado en grande.… (más)