Kidō Okamoto (1872–1939)
Autor de The Curious Casebook of Inspector Hanshichi: Detective Stories of Old Edo
Sobre El Autor
Obras de Kidō Okamoto
Obras relacionadas
釣魚の迷宮―怪異幻魚譚~ファンに贈る傑作集 — Contribuidor — 1 copia
Etiquetado
Conocimiento común
- Nombre canónico
- Okamoto, Kidō
- Nombre legal
- Okamoto Keiji
- Otros nombres
- 狂綺堂
- Fecha de nacimiento
- 1872-10-15
- Fecha de fallecimiento
- 1939-03-01
- Lugar de sepultura
- 107-0062 東京都港区南青山2-32-2 青山霊園 (Aoyama Cemetery, 2-32-2 Minami-aoyama, Minato-ku, Tokyo, 107-0062, Japan)
- Género
- male
- Nacionalidad
- Japan
- Lugar de nacimiento
- Takanawa, Tokyo, Japan
- Lugar de fallecimiento
- Meguro, Tokyo, Japan
- Educación
- 東京府尋常中学
- Ocupaciones
- dramatist
drama critic
journalist
novelist
short-story writer - Organizaciones
- 日本藝術院 (Japan Art Academy)
- Premios y honores
- Art Academy (1937)
Miembros
Reseñas
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Estadísticas
- Obras
- 33
- También por
- 5
- Miembros
- 173
- Popularidad
- #123,688
- Valoración
- 3.9
- Reseñas
- 7
- ISBNs
- 43
- Idiomas
- 6
Según reconoce el autor su inspiración fue el mismísimo Sherlock Holmes, que podía leer gracias a que su padre, antiguo samurái, trabajaba en la embajada británica. Esto nos da una idea de la popularidad del detective de Baker Street y de su capacidad de sugestión e influencia, que reconozco, admiro pero que no he sentido (lo siento) en su versión original literaria.
Pero este Hanshichi es muy, muy diferente de Holmes y sus aventuras están en las antípodas que consigna el bueno del doctor Watson. Frente a conspiraciones mundiales, robos imposibles y genios del crimen, Hanshichi se mueve entre la población común del Tokio del segundo tercio del siglo XIX, justo antes de la revolución Meiji. Es un mundo colorista, de preocupaciones mundanas (¿quién diablos toca la campana que avisa de los incendios en un invierno crudo?, ¿quién ha secuestrado a una doncella?, ¿dónde está ese halcón desaparecido que pertenece al shogun?) en el que se mueve Hanshichi, quien es más un policía, un comisario, que un detective privado.
De igual modo que sus aventuras son cotidianas, Hanshichi es un hombre normal, agudo, intuitivo, pero en absoluto un dechado de perfecciones técnicas e investigadoras ni un misógino. Está casado y se relaciona con su familia. Y a diferencia, también, de su inspirador, es el propio Hanshichi quién rememora sus historias, lo que le confiere una gran inmediatez y viveza. También abunda el humor, más llano que irónico, que resulta refrescante.
Las historias describen muy bien cómo era ese mundo cotidiano en la capital de Japón, las preocupaciones de los mercaderes, de los samuráis de bajo rango (Hanshichi sólo se relaciona tangencialmente con algunos samuráis de alto rango, con acceso al shogun), siempre con el fantasma de lo sobrenatural rondándoles, propio de la visión animista del japonés. Aunque en ningún momento se llega a decantar por el cuento de fantasmas, hay relatos que consiguen una atmósfera realmente deliciosa, como el secuestro de una geisha o la historia de la campana de incendios. Otros son realmente prosaicos pero en absoluto despreciables porque abren una puerta a un mundo realmente atractivo. Un mundo que pertenece, recordemóslo, apenas a los abuelos del autor, con lo que se trata de una recreación extremadamente vivída.
En cuanto a la edición, debo decir que tiene algunas erratas y que muestra lo complicado que es traducir del japonés –lo sé por una amiga-, hay construcciones que no terminan de sonar bien en español, y probablemente, el libro hubiera requerido una revisión de estilo para diferenciar mejor el presente (cuando Hanshichi comienza a narrar) y la narración en sí misma. De igual modo, hubiera sido conveniente revisar las notas a pie de página, no porque molesten, sino porque a veces repiten información o es una mera explicación de cómo se escribe en japonés, algo que no interesa a la mayor parte de los lectores. Con todo, son aspectos muy menores.
Muy, muy recomendable.… (más)