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Cargando... V. (1963)por Thomas Pynchon
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Follows the orbits of old acquaintances headed for a less than harmonic convergence in Northern California in 1984. No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
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Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)813.54Literature English (North America) American fiction 20th Century 1945-1999Clasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
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Impactar en este contexto se puede resumir en algunas características:
1. Complejidad narrativa (lectura desafiante): se necesita un plus de concentración, un pacto de continuidad que exige un esfuerzo, a veces rayando lo injustificado. Por lo general, para sostener una lectura de este tipo es necesario diluir con alguna pieza de ciencia ficción o policial duro.
2. Estimulación de la curiosidad (lectura palimpsesto): la tan mentada hipertextualiad, los múltiples sentidos escondidos en diversas capas del discurso del narrador (sumado a tantos otros añadidos por el lector). Este punto es peligroso: se invierte mucho tiempo en búsquedas a la google, por lo general sustraído a actividades laborales, en el afán de completar círculos que tal vez nunca se pensaron cerrados.
3. Belleza (lectura erótica): simplemente eso que produce la lectura de una frase perfecta (a veces un párrafo extenso): placer.
Y comienzo renegando de la posibilidad de resumir la “idea”, “trama”, “argumento”, “sentido” o lo que fuere, subyacente a esta pieza de colección.
Ya saben, paranoia, postmodernismo, la muerte del relato, realismo histérico, y demás etiquetas académicas indigeribles. Todo eso y nada de eso. Pura literatura: relatos aislados que se enhebran (al final, si insistimos) en una historia. La Historia (y la absurda necesidad de dotarla de sustancia) que asoma en esa historia:
" -Nada me sorprende -contestó Porcépic-. Si la historia fuese cíclica estaríamos ahora atravesando una época de decadencia ¿no es cierto? y la revolución que proyectáis no sería más que otro de sus síntomas.
-Una decadencia es una degradación, una caída -dijo Jolski-. Nosotros vamos hacia arriba.
Una decadencia -intervino Itague- es una caída de lo que es humano, y cuanto más caigamos menos humanos nos haremos. Debido a que somos menos humanos, nos desprendemos de la condición humana que hemos perdido colocándola en los objetos inanimados y en teorías abstractas."
Pág. 425
La siempre incompleta búsqueda de representación de la ambigüedad humana mediante la complejidad de la narración. Un esbozo a mano alzada del mecanismo que articula las pasiones y reacciones de personas singulares en situaciones límites o simplemente normales. Cómo no: la crítica a la sociedad (norteamericana, pero no exclusivamente) que hoy se dibuja en Los Simpson (por ejemplo, pero también en infinidad de series -norteamericanas-)…
Y todo esto (y tanto más) arrojado al papel como una suerte de lienzo salpicado por un Jackson Pollock abstinente, alcanzando momentos de trascendencia llevados al límite del lenguaje: tres palabras finales que resumen una obra:
"Su descripción de ellas es una naturaleza muerta del amor, bien compuesta y sin edad: V. en el pouf, contemplando a Mélanie sobre la cama; Mélanie contemplándose a sí misma en el espejo; la imagen del espejo contemplando tal vez a V. de cuando en cuando. Sin movimiento salvo una mínima fricción. Y sin embargo, una de las soluciones para una las más antiguas paradojas del amor: soberanía simultánea y sin embargo, fusión. La dominación y la sumisión no se aplicaban; el esquema tripartito era simbólico y mutuo. V. necesitaba a su fetiche: Mélanie, un espejo, paz temporal, otra persona que contemplase cómo obtenía placer. Pues tal es el amor a sí mismos de los jóvenes cuando interviene también un aspecto social: una joven adolescente cuya existencia es tan visual que observa en un espejo a su doble; el doble se convierte en voyeur. La frustración de no poder fragmentarse en un público bastante numeroso no hace sino aumentar su excitación sexual. Necesita, al parecer, un voyeur real para contemplar la ilusión de que sus reflejos constituyen, de hecho, ese público. Con la adición de esta otra persona -multiplicada también, quizá, por los espejos- se produce la consumación: puesto que ella es también su propio doble. Es como una mujer que se viste solamente para que la miren y hablen de ella otras mujeres: los celos que en ellas despierta, los cuchicheos, la reluctante admiración son su dominio. Ellas son ella.
Pág. 430
No queda claro, quién o qué es V.
Nunca sabremos, cada uno de nosotros, quien es ella en realidad.
Nunca sabré quien sos, en realidad. ( )