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Cierto amigo mi o, diputado novel, cuyo nombre no pongo aqui porque no viene al caso, estaba entusiasmadi simo con su distrito y singularmente con el lugar donde teni a su mayor fuerza, lugar que nosotros designaremos con el nombre de Villalegre. Esta rica aunque pequen a poblacio n de Andaluci a estaba muy floreciente entonces, porque sus fe rtiles vin edos, que au n no habi a destruido la filoxera, produci an exquisitos vinos, que iban a venderse a Jerez para convertirse en jerezanos. No era Villalegre la cabeza del partido judicial, ni oficialmente la poblacio n ma s importante del distrito electoral de nuestro amigo, pero cuantos alli teni an voto estaban tan subordinados a un grande elector, que todos votaban una nimes y, segu n suele decirse, volcaban el puchero en favor de la persona que el gran elector designaba. Ya se comprende que esta unanimidad daba a Villalegre, en todas las elecciones, la ma s extraordinaria preponderancia. Juan Valera.… (más)
Una historia de amores en un pueblo cordobés, insistiendo en la dificultad que tiene una chica buena, guapa y lista pero pobre para hacer su voluntad. El autor lo cuenta de forma convencional, en tercera persona y por sus pasos, manteniento siempre cierta distancia, de manera que, mientras iba leyendo, me imaginaba al autor siempre con una sonrisa en los labios. Incluso en algunos pasajes más duros (hay un secuestro y hasta una pelea física de Juanita con uno de sus pretendientes) no se abandona el tono suave. Quizá demasiado suave. No se puede olvidar que, en definitiva, Valera era un señorito, y nos presenta la vida en los pueblos andaluces del XIX de una forma claramente idealizada, donde no faltan elogios al sistema político y social imperante, si bien a veces esa misma distancia sonriente le hace a uno pensar hasta qué punto el autor realmente cree que el caciquismo puede ser estupendo o si lo dice con cierta ironía muy sutil.
Me ha gustado también la forma en que el autor se mete en la narración, fingiendo que todo se lo ha contado un "diputado novel" del pueblo a quien, a su vez, se lo contaron todo los testigos o los protagonistas. De vez en cuando el autor se dirige directamente al lector para buscar su complicidad, sobre todo hacia el final, cuando la acción se precipita. Hay abundantes alusiones cervantinas y también destacan algunas descripciones etnográficas, como la Semana Santa, aunque no he sabido reconocer el lugar concreto de donde Valera habría sacado estas descripciones. En fin, la figura de Juanita aparece como la mujer luchadora por su independencia que, con habilidad y sensatez, acaba sobreponiéndose a las dificultades del entorno. Segurtamente en la vida real las cosas no siempre acababan tan bien. ( )
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Un certo amico mio, nuovo deputato, il cui nome non scrivo qui, perché non serve, era pieno di entusiasmo per il suo collegio e singolarmente per il paese nel quale aveva la sua maggior forza, paese che chiameremo col nome di Villalegre.
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Lì brillerà la sua bruna consorte, che parla già l'idioma di Shakespeare e di Milton come la più istruita 'talkative' e 'funny' inglesina
"Della feconda zona / Cui vago il corso il sole innamorato / Circoscrive, e d'ogni essere animato / Che in ogni vario clima, / Dalla sua luce accarezzato, vive. /
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novel
Editores de la editorial
Blurbistas
Idioma original
DDC/MDS Canónico
LCC canónico
▾Referencias
Referencias a esta obra en fuentes externas.
Wikipedia en inglés
Ninguno
▾Descripciones del libro
Cierto amigo mi o, diputado novel, cuyo nombre no pongo aqui porque no viene al caso, estaba entusiasmadi simo con su distrito y singularmente con el lugar donde teni a su mayor fuerza, lugar que nosotros designaremos con el nombre de Villalegre. Esta rica aunque pequen a poblacio n de Andaluci a estaba muy floreciente entonces, porque sus fe rtiles vin edos, que au n no habi a destruido la filoxera, produci an exquisitos vinos, que iban a venderse a Jerez para convertirse en jerezanos. No era Villalegre la cabeza del partido judicial, ni oficialmente la poblacio n ma s importante del distrito electoral de nuestro amigo, pero cuantos alli teni an voto estaban tan subordinados a un grande elector, que todos votaban una nimes y, segu n suele decirse, volcaban el puchero en favor de la persona que el gran elector designaba. Ya se comprende que esta unanimidad daba a Villalegre, en todas las elecciones, la ma s extraordinaria preponderancia. Juan Valera.
Me ha gustado también la forma en que el autor se mete en la narración, fingiendo que todo se lo ha contado un "diputado novel" del pueblo a quien, a su vez, se lo contaron todo los testigos o los protagonistas. De vez en cuando el autor se dirige directamente al lector para buscar su complicidad, sobre todo hacia el final, cuando la acción se precipita. Hay abundantes alusiones cervantinas y también destacan algunas descripciones etnográficas, como la Semana Santa, aunque no he sabido reconocer el lugar concreto de donde Valera habría sacado estas descripciones. En fin, la figura de Juanita aparece como la mujer luchadora por su independencia que, con habilidad y sensatez, acaba sobreponiéndose a las dificultades del entorno. Segurtamente en la vida real las cosas no siempre acababan tan bien. ( )