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Get to know debonair sleuth Philip Trent in the first novel in which the beloved detective ever made an appearance. In Trent's Last Case, author E.C. Bentley pulls off a remarkable feat--a detective novel that is a sophisticated and hilarious send-up of the detective fiction genre! A must-read for die-hard fans of detective stories, or for anyone craving an entertaining whodunit.… (más)
Me gustan estas historias británicas de crímenes, quizá horribles pero nunca sórdidos, donde todo el mundo se comporta como es debido y no hay más violencia que la estrictamente necesaria. No sé si de verdad existe un mundo así, pero en todo caso mola. En esta obra incluso hay abundantes alusiones irónicas a lo brutos que son en Estados Unidos, donde parecen solucionar sus problemas a tiros y golpes. Hasta el muerto, que es norteamericano (y, por supuesto, riquísimo) se nos hace antipático.
Como digo, un magnate yanqui aparece muerto en una de sus casas en Gran Bretaña. Un periódico de fama envía a su especialista, un pintor al que contrata para estos casos y que, además, es muy aficionado a las citas poéticas. El pintor habla con todos los relacionados con el asunto: el mayordomo, una criadita francesa, los dos secretarios del finado (uno para las cuestiones personales, británico, y otro, norteamericano, para los negocios) y, por supuesto, con la viuda, además de con un tío de esta última y con el policía encargado. Prácticamente este es todo el elenco. Y, por descontado, parece imposible averiguar quién mató al muerto.
Además de la historia detectivesca, que acabará teniendo un final totalmente inesperado después de varias vueltas y revueltas, se cruza una bonita historia de amor, también con ciertas dosis de suspense hasta el punto de que al menos a mí no me ha quedado del todo claro si ella realmente le quiere a él. Si quieren averiguar quiénes son "ella" y "él", léanse esta estupenda novela. Hay garantías de pasar un muy buen rato. ( )
Información procedente del Conocimiento común italiano.Edita para encontrar en tu idioma.
‘… So shall you hear Of accidental judgments, casual slaughters, Of deaths put on by cunning, and forc’d cause, And, in this upshot, purposes mistook Fall’n on the inventors’ heads …’
HAMLET
Dedicatoria
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
To
GILBERT KEITH CHESTERTON
My dear Gilbert,
I dedicate this story to you. First: because the only really noble motive I had in writing it was the hope that you would enjoy it. Second: because I owe you a book in return for "The Man Who Was Thursday." Third: because I said I would when I unfolded the plan of it to you, surrounded by Frenchmen, two years ago. Fourth: because I remember the past.
I have been thinking again to-day of those astonishing times when neither of us ever looked at a newspaper; when we were purely happy in the boundless consumption of paper, pencils, tea, and our elders' patience; when we embraced the most severe literature, and ourselves produced such light reading as was necessary; when (in the words of Canada's poet) we studied the works of nature, also those little frogs; when, in short, we were extremely young.
For the sake of that age I offer you this book.
Yours always,
E.C. BENTLEY
Primeras palabras
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
Between what matters and what seems to matter, how should the world we know judge wisely?
Citas
Últimas palabras
Información procedente del conocimiento común inglés.Edita para encontrar en tu idioma.
Get to know debonair sleuth Philip Trent in the first novel in which the beloved detective ever made an appearance. In Trent's Last Case, author E.C. Bentley pulls off a remarkable feat--a detective novel that is a sophisticated and hilarious send-up of the detective fiction genre! A must-read for die-hard fans of detective stories, or for anyone craving an entertaining whodunit.
Como digo, un magnate yanqui aparece muerto en una de sus casas en Gran Bretaña. Un periódico de fama envía a su especialista, un pintor al que contrata para estos casos y que, además, es muy aficionado a las citas poéticas. El pintor habla con todos los relacionados con el asunto: el mayordomo, una criadita francesa, los dos secretarios del finado (uno para las cuestiones personales, británico, y otro, norteamericano, para los negocios) y, por supuesto, con la viuda, además de con un tío de esta última y con el policía encargado. Prácticamente este es todo el elenco. Y, por descontado, parece imposible averiguar quién mató al muerto.
Además de la historia detectivesca, que acabará teniendo un final totalmente inesperado después de varias vueltas y revueltas, se cruza una bonita historia de amor, también con ciertas dosis de suspense hasta el punto de que al menos a mí no me ha quedado del todo claro si ella realmente le quiere a él. Si quieren averiguar quiénes son "ella" y "él", léanse esta estupenda novela. Hay garantías de pasar un muy buen rato. ( )