Santuario fue la obra que dio a conocer a William Faulkner al gran público. Una historia escalofriante en la que caben toda la fuerza y la originalidad del genial novelista estadounidense.

Lee Goodwin es acusado de asesinato. El escenario del crimen es una casa oculta entre los árboles que alberga una destilería ilegal. Allí viven, entre otros, Ruby, una mujer que ha renunciado a todo por Lee, y Popeye, un sádico gánster marcado por una infancia terrible.

El abogado Horace Benbow lucha para que Goodwin no sea juzgado por ser quien es, sino por los actos de los que le acusan. Para ello necesita la ayuda de Temple Drake, una adolescente que siente una extraña atracción por el peligro. Pero Temple ha desaparecido.

La crítica ha dicho:
«Faulkner indagó en las sombras con emoción y talento difícilmente comparables [...]. Cualquiera que tenga curiosidad por la novela del siglo XX en cualquier idioma tiene la obligación de leer a William Faulkner.»
Javier Marías

«Faulkner gusta de exponer la novela a través de los personajes. El método no es absolutamente original, pero Faulkner le infunde una intensidad que es casi intolerable.»
Jorge Luis Borges

«El vínculo entre Cervantes y Faulkner se encuentra en que los dos añaden algo al mundo, ilustran nuestro espíritu, al convertir los mundos ocultos en mundos liberados: Faulkner mediante la conciencia trágica del dolor y Cervantes mediante la comedia y la idea de que el hombre prevalecerá.»
Carlos Fuentes

«Al leer y releer a Faulkner es forzoso sospechar que su mirada era distinta a la nuestra, a la del común de los hombres, a la del común de los escritores. Detenida sobre paisajes, personas, circunstancias, veía algo más que lo percibido por nosotros [...]. Es, literariamente, uno de los más grandes artistas del siglo.»
Juan Carlos Onetti

Se supone que Faulkner escribió esta obra para ganar dinero dándole a la gente lo que quiere, es decir, sexo y violencia. Pero cada uno es como es. Efectivamente, hay unas relaciones no exactamente románticas, hay muertes y golpes, hay bajos fondos y linchamientos, hay gente indeseable, hasta hay escenas cómicas de trazo grueso. Pero todo eso está narrado de tal forma que dudo mucho que llegase a convertirse en un best-seller de su época. Casi nada se cuenta de forma explícita, y muchas veces la explicación a lo que ha ocurrido (y que el lector solo ha intuido) se encuentra muchas páginas después. Incluso a veces esas explicaciones se me hubieran escapado si no me hubiese prevenido el esforzado prologuista. Un ejemplo claro es el modo en que la protagonista es violada, que solo se menciona al final y "de forma un tanto elíptica", en la acertada frase del prologuista.

A destacar la horrorosa traducción, perpetrada por alguien que odia por igual a Cervantes y a Shakespeare. Uno no sabe muchas veces si su perplejidad se debe a la tortuosa forma de escribir de Faulkner o a la obsesión del traductor por complicarnos aún más su lectura. Hasta el punto que la editorial se ha visto obligada a incluir, hacia el final del texto, alguna nota explicativa, como disculpándose por el engendro. ( )

Santuario fue la obra que dio a conocer a William Faulkner al gran publico. Una historia escalofriante en la que caben toda la fuerza y la originalidad del genial novelista estadounidense.Lee Goodwin es acusado de asesinato. El escenario del crimen es una casa oculta entre los arboles que alberga una destilería ilegal. Allí viven, entre otros, Ruby, una mujer que ha renunciado a todo por Lee, y Popeye, un sádico gangster marcado por una infancia terrible. El abogado Horace Benbow lucha para que Goodwin no sea juzgado por ser quien es, sino por los actos de los que le acusan. Para ello necesita la ayuda de Temple Drake, una adolescente que siente una extraña atracción por el peligro. Pero Temple ha desaparecido.... ( )

Lee Goodwin es acusado de asesinato. El escenario del crimen es una casa oculta entre los árboles que alberga una destilería ilegal. Allí viven, entre otros, Ruby, una mujer que ha renunciado a todo por Lee, y Popeye, un sádico gánster marcado por una infancia terrible. El abogado Horace Benbow lucha para que Goodwin no sea juzgado por ser quien es, sino por los actos de los que le acusan. Para ello necesita la ayuda de Temple Drake, una adolescente que siente una extraña atracción por el peligro. Pero Temple ha desaparecido. Santuario fue la obra que dio a conocer a William Faulkner al gran público. Una historia escalofriante en la que caben toda la fuerza y la originalidad del genial novelista estadounidense.