Pues eso, la historia de los habitantes (más bien de los dueños y los mayorales) de una finca de la campiña sevillana durante tres o cuatro generaciones, desde el "Mayorazgo" heredero directo del Antiguo Régimen al ingeniero que trae la tecnología en clara referencia a los planes agrarios del desarrollismo franquista. Como cabía esperar, se tratan un poco por encima los problemas sociales, aunque tampoco se evitan, pero todo se trata con cierta condescendencia, sin hacer sangre en la época de la guerra e inmediatamente anterior (la inmediatamente posterior es piadosamente silenciada). El caso es que, en verdad, se hace a la tierra la auténtica protagonista y lo que le pasa a los humanos que viven sobre ella parece un tanto secundario; dentro de esto, las cuestiones más o menos sentimentales prevalecen sobre lo demás. Todo ello sin recargar las tintas, con un estilo elegante que revela a los periodistas y que hace de este librito una lectura muy agradable y reveladora de unos escritores dignos en su segunda fila literaria ( )