El hallazgo de un esqueleto humano enterrado en una colina en las afueras de Reykjavik pone en una situación difícil al detective Erlendur y sus ayudantes: no sólo necesitan recurrir a un equipo de aqueólogos que empleará varios días para recuperarlo en buenas condiciones, sino que además éstos les advierten desde las primeras paladasde que no se trata de un cadáver reciente, y que probablemente puede corresponder a un enterramiento de unos sesenta años atrás. Desde que conocen este dato, y sin saber a ciencia cierta la identidad del enterrado, los investigadores se ven inmersos en la compleja reconstrucción de unos hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundia, cuando las tropas aliadas estaban acantonadas en esos montes, entonces alejados de la capital y habitados sólo a medias, y que les sumerje poco a poco en la dramática historia privada de algunas familias de la época, rememorada por los ecos de los pocos habitantes de aquella zona que aún quedan con vida.

Se desarrolla en Islandia, ; se encuentra un esqueleto que lleva a unos terribles acontecimientos sucedidos durante las 2a Guerra Mundial. ( )

La mujer de verde es el título de uno de los mejores libros del inspector Erlendur Sveinsson, personaje creado por el escritor islandés Arnaldur Indridason. En este caso, al igual que en El hombre del lago, es en el pasado donde podemos encontrar las claves de la investigación, mientras que el presente nos ofrece el día a día de los detectives: Erlendur con su problemática relación con sus hijos y su ex mujer, otro grito del pasado; Sigurdur con la indecisión ante su vida futura, aunque tenga una cosa muy clara, no querer acabar como Erlendur.

Tras la aparición de unos restos humanos en una zona en plena urbanización a las afueras de Reikiavik se pone en marcha una investigación con el concurso de un grupo de arqueólogos profesionales ya que los restos están enterrados y hay que conseguir identificar no sólo los restos si no el cómo y el cuándo. La cadencia, lenta pero segura, del trabajo de los arqueólogos se une al ritmo de la investigación policial, centrada en encontrar desaparecidos de la época de la Segunda Guerra Mundial.

En la colina donde han aparecido los restos había entonces varias casas aisladas y la zona fue ocupada por campamentos aliados. Ahora, en cambio, tan sólo quedan ruinas y las memorias desvaídas de los que antes conocían el lugar. Entre estas memorias deberán desenvolverse Erlendur y los suyos, sin saber siquiera si están buscando un hombre o una mujer o la edad del fallecido, mientras el propio Erlundur deberá enfrentarse a sus errores, reales o atribuidos, del pasado.

La mujer de verde traza un relato interesante, con varias historias que se entremezclan y donde el trabajo policial se muestra como aburrido y desagradecido en el mejor de los casos. Si bien parte de la novela se centra en Erlendur y su vida personal, el peso de la historia del pasado es muy importante y la manera de enlazarla con la historia presente muy dinámica. Esta mirada al pasado y la vuelta al presente nos muestran una realidad fea y gris, donde la esperanza para los malditos es poco más que un espejismo pero, aun así, sigue existiendo.

Fuente: Lecturalia.

Unos obreros de la construcción en Reykjavik descubren una tumba mientras trabajan. Años antes, esa parte de la ciudad era todo colinas, y Erlendur y su equipo esperan que sea un caso típico de desaparición; quizá alguien una vez se perdió en la nieve y ha permanecido enterrado durante décadas. Pero las cosas nunca son tan sencillas. Mientras Erlendur atraviesa problemas familiares, su caso desentierra muchos otros relatos de dolor familiar. ( )

Localización: 82-34 IND muj / R. 9068

El fenómeno Larsson ha despertado el interés de editores y lectores (y todos los intermediarios) por la novela negra nórdica. Los títulos van llegando poco a poco, y en general resultan libros ágiles de leer, con capítulos cortos, llenos de intriga y con cierto trasfondo de lo que podríamos llamar crítica social, fruto “simplemente” del realismo en el que desarrollan los argumentos. El mayor escollo para lectores como yo es habituarse a los nombres impronunciables de los múltiples personajes que pueblan estas intrigas, que suelen tener asociados significados que los lectores de traducciones nos perdemos invariablemente.

Uno de los pilares de esta novela es la violencia doméstica, física y psíquica, el cómo afecta a la mujer que la sufre directamente y a los hijos, impotentes espectadores. Ficción, si, pero basada en cientos de casos reales, relatada de forma que afecta emocionalmente de una manera mucho más intensa que un recorte de prensa.

A pesar del transfondo social, no deja de ser una novela de intriga, motivada por el hallazgo fortuito de una costilla humana y protagonizada por el inspector Erlendur Sveinsson, encargado de averiguar los habituales quién, cómo, dónde, cuándo y porqué.

Una novela negra que no defraudará a los amantes del género, y que puede sorprender a aquellos poco habituados a este tipo de relatos. Prepararos, porque la invasión de autores de tierras gélidas no ha hecho más que empezar.