Cal y Niko Leandros son dos hermanos que no podrían ser más diferentes. Huyen de unas criaturas a las que ellos llaman Grendels que más tarde descubren que son Auphes.
Cuando Cal era todavía un adolescente, fue raptado por una des estas criaturas y su madre fue asesinada en el proceso. Niko sobrevivió y esperó junto a la destrozada caravana en la que vivían a que regresara su hermano. Y lo hizo, dos días después, aunque para Cal habían pasado realmente dos años.
Ahora Cal y Niko viven en Nueva York, Cal trabaja en un bar y Niko tiene un dojo, juntos también trabajan como guardaespaldas.
Tras una visita a una amiga medium llamada Georgina, descubren que sus vidas corren peligro y Niko decide que ha llegado el momento de marcharse de la ciudad. Por desgracia su coche se estropea y se quedan allí atascados.
A partir de ahí, sucede casi de todo. Peleas, criaturas horribles, verdades que salen a la luz...
Hay demasiadas descripciones que sobran, seguramente el libro quedaría reducido a la mitad si se quitaran todas las partes completamente irrelevantes. También es bastante repetitivo porque no se cuantas veces habré leído que Cal es un monstruo horrible y horroroso, pero ya os puedo decir que han sido muchas.
El final me ha parecido demasiado brusco y la verdad me quedé con cara de tonta. No sabría decir si voy a seguir leyendome la saga porque realmente ni me ha enganchado ni me llama la atención, y eso que tengo el segundo libro de la saga en mi poder. Quizás pase lo de siempre, que al ser la primera novela se centra más en cosas relativas al mundo que se imaginó la autora y lo que es la trama queda algo de lado... Ya veremos a ver qué decido al final.
De todas maneras, el libro tampoco está mal. Es curiosete y merece la pena leerlo, aunque sólo sea para ver si os gusta o no esta saga siendo que es bastante famosa. Y como siempre, para gustos están los colores. ( )