En esta crónica de la Segunda República, José María Gironella relata la vida de una familia de clase media, los Alvear, y a partir de aquí va profundizando en todos los aspectos de la vida ciudadana y de las diversas capas sociales. El lector asiste a lo largo de la obra al proceso en virtud del cual España fue dividiéndose en dos bandos irreconciliables hasta desembocar en la guerra civil.

Esta crónica de la Segunda República fue la novela española más leida del siglo XX. José María Gironella relata la vida de una familia de clase media, los Alvear, y a partir de aquí va profundizando en todos los aspectos de la vida ciudadana y analizando las más diversas capas sociales, desde la alta burquesía hasta las clases desfavorecidas. El lector asiste a lo largo de la obra al proceso en virtud del cual España fue dividiéndose en dos bandos irreconciliables hasta desembocar en la guerra civil.

Es la primera de una trilogía sobre la República, la guerra civil y el primer franquismo, que se ha hecho muy famosa. Nunca he sabido bien por qué. Imagino que, escrita en los años 50, fue el primer intento exitoso de contemplar el conflicto con cierta ecuanimidad. En este libro, lo cierto es que todos los personajes son humanos. No hay retórica ni de héroes ni de "malos". Cada personaje tiene su historia que, al menos a sus ojos, le justifica: el jefe de policía masón y egocéntrico, el jefe comunista, el "responsable" anarquista con una infancia de miseria detrás, el cura campanudo, los falangistas... Y, sobre todo, la familia protagonista, los Alvear, cada uno con su estilo pero personificando a la buena gente, los que sólo desean vivir en paz, a los que inevitablemente uno acaba cogiendo cariño. La idea básica, pues, es que, de algún modo, los acontecimientos de la República y pre-guerra en Gerona superaron con mucho a las propias personas, llevándolas en las semanas previas a la rebelión militar y en los días siguientes a (en frase del propio texto) "dar lo mejor y lo peor de sí mismos".

Precisamente el centrarse en las batallas interiores, humanas, de sus personajes hace que al lector no le quede claro por qué se llegó a los extremos de salvajismo de los días previos y posteriores al 18 de julio de 1936. A lo largo de las muchísimas páginas, se van acumulando en los corazones los resquemores, los pleitos, las humillaciones, las cuentas pendientes, pero todo sin que parezca tener un motivo. Me recuerda el "Réquiem por un campesino español". Seguramente es la impresión de los que lo vivieron: la absoluta perplejidad, el horror ante lo ilógico, lo mecánico, lo aparentemente inevitable. Y eso es lo que da miedo. Porque, igual que sucedió entonces, puede suceder en cualquier momento: las cosas se van embrollando y la estupidez humana lo permite hasta que, cuando nos queremos dar cuenta, ya no hay marcha atrás. Y sin motivo visible.

Literariamente el libro deja mucho que desear. Un autor omnisciente y un estilo no muy pulido, además de un ritmo que sería monótono si no fuera por la fuerza de los acontecimientos que narra. Obviamente, el autor quería contar una historia, y no le importaba demasiado la forma. Pero, ya digo, uno se va envolviendo en los acontecimientos, coge cariño a los personajes (después de novecientas páginas con ellos, casi son de la familia) y se lee el tomaco con más agilidad de lo que pudiera pensarse en principio. ( )

Ésta crónica de la época de la Segunda República es la novela española más leída del siglo XX. José María Gironella relata la vida de una familia de clase media, los Alvear, y a partir de aquí va profundizando en todos los aspectos de la vida ciudadana y de las diversas capas sociales.