Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo. A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero.

en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo. A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero.Desde que este clásico de la literatura norteamericana se publicara en 1917 han sido muchos los lectores seducidos por su poder evocador, por el reconfortante humor que destila y, cómo no, por su atención a los pequeños detalles: estas páginas huelen a las hogazas de pan recién sacadas del horno; en ellas se siente el viento de otoño en los abedules.

Segunda década del siglo XX en unos EEUU rurales y de paisajes idílicos donde conviven los carromatos y los nuevos automóviles. Encuentros y desencuentros de una madura señorita que con su librería ambulante decide lanzarse a la aventura y recorrer el mundo. ( )

"Dios", dijo. "cuando le vendes un libro a alguien no solamente le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva. Amor, amistad y humor y barcos que navegan en la noche. En un libro cabe todo, el cielo y la tierra, en un libro de verdad, quiero decir..." ( )

Localización: 82-3 MOR lib / R. 10.685

Escrita y ambientada a comienzos del siglo XX, esta novela nos traslada a unos Estados Unidos donde abundan pequeñas granjas diseminadas por el amplio territorio, cuyos moradores llevan una vida dura, con pocos estímulos.

Así se siente la protagonista de este relato, Helen MacGill, que vive con y para su hermano, quien sin proponérselo se ha convertido en un escritor de éxito. Y es precisamente para evitar que su hermano cometa “una locura”, que decide ser ella quien la cometa. De esta manera se cruzan en su vida Roger Mifflin y su Parnaso. El evocador nombre del lugar donde tenían su morada las musas hace referencia aquí a un curioso carromato, transformado en librería ambulante, a través del cual Mifflin ha llevado durante años su pasión por los libros y la buena literatura por los caminos.


No voy a desvelar más del argumento, pero decir que es ésta de esas novelas que se salen de lo habitual, dulce, sencilla gracias a la nueva traducción y agradable de leer, impregnada del amor a los libros y la persecución de sueños e ideales. Inevitablemente, por tiempo que pase desde la lectura, “La librería ambulante” se recuerda con una sonrisa.