Este filme ruso ha sido rodado en una toma única. La obra es un recorrido por el interior del Hermitage de San Petersburgo, donde se encuentran muestras de la cultura rusa previa a la revolución bolchevique. Con la voz en off del propio director, Alexander Sokurov, la cámara sigue los pasos de un diplomático francés del siglo XIX, el Marqués de Coustine, quien posee una relación de odio hacia Rusia. Entre el personaje y el director cuentan a lo largo de la pelicula la vida que hubo en el Palacio Imperial tal y como era en las distintas épocas. Desde los romances de Catalina la Grande hasta el Gran Baile Real de 1913.