Fiction.
Literature.
Muy pocas veces alguien se atrevió a recomendar tan fervientemente una novela. «Merece vender más ejemplares que la Biblia», afirmó Rebel Inc., una insolente revista literaria escocesa. De inmediato celebrada por los críticos más estrictos pero leída también por aquellos que raramente se acercan a los libros, "Trainspotting" se convirtió en uno de los acontecimientos literarios y también extraliterarios de la última década. Fue rápidamente adaptada al teatro y luego llevada a la pantalla por Danny Boyle, uno de los jóvenes prodigio del cine inglés. Sus protagonistas son un grupo de jóvenes desesperadamente realistas, ni se les ocurre pensar en el futuro: saben que nada o casi nada va a cambiar, habitantes del otro Edimburgo, el que no aparece en los famosos festivales, capital europea del sida y paraíso de la desocupación, la miseria y la prostitución, embarcados en una peripecia vital cuyo combustible es la droga, «el elixir que les da la vida, y se la quita». Welsh escribe en el áspero, colorido, vigoroso lenguaje de las calles. Y entre pico y pico, entre borracheras y fútbol, sexo y rock and roll, la negra picaresca, la épica astrosa de los que nacieron en el lado duro de la vida, de los que no tienen otra salida que escapar, o amortiguar el dolor de existir con lo primero que caiga en sus manos. «Una novela que es el equivalente literario de una bomba de hidrógeno» (Martin Crawford, The Big Spoon). «La novela fundamental de un escritor fundamental. Irvine Welsh, un maestro del lenguaje popular, con un estilo de boxeador sin guantes, ataca con ferocidad el cuerpo de nuestra sociedad. Tristísima, pero también de un ingenio perverso, nos conduce en una gira infernal por los guetos psíquicos donde se refugian los drogotas, los borrachos, los desesperados y los perdedores... Una novela terrible, pero al mismo tiempo arrebatadora» (Jeff Torrington). «El Celine escocés de los noventa» (The Guardian).… (más)
"No te dejarán hacerlo, porque lo verÃan como una señal de su propio fracaso. El hecho de que simplemente elijas rechazar lo que tienen para ofrecerte. ElÃgenos a nosotros. Elige la vida. Elige pagar hipotecas; elige lavadoras; elige coches; elige sentarte en el sofá a ver concursos que embotan la mente y aplastan el espÃritu, atiborrándote la boca de puta comida basura...Elige la vida. Pues bien, yo elijo no elegir la vida." ( )
The sweat wis lashing oafay Sick Boy; he wis trembling.
Sick Boy sudaba a chorros; temblaba
Citas
"Life's boring and futile. We start oaf wi high hopes, then we bottle it. We realise that we're all gunnae die, withoot really findin oot the big answers. We develop aw they long-winded ideas which jist interpret the reality ay oor lives in different weys, withoot really extending oor body of worthwhile knowledge, about the big things, the real things. Basically, we live a short, disappointing life; and then we die."
Johnny wis a junky as well as a dealer. Ye hud tae go a wee bit further up the ladder before ye found a dealer whae didnae use. We called Johnny "Mother Superior" because ay the length ay time he'd had his habit.
No te dejarán hacerlo, porque lo verÃan como una señal de su propio fracaso. El hecho de que simplemente elijas rechazar lo que tienen para ofrecerte. ElÃgenos a nosotros. Elige la vida. Elige pagar hipotecas; elige lavadoras; elige coches; elige sentarte en el sofá a ver concursos que embotan la mente y aplastan el espÃritu, atiborrándote la boca de puta comida basura...Elige la vida. Pues bien, yo elijo no elegir la vida.
Últimas palabras
This thought both terrified and excited him as he contemplated life in Amsterdam.
Fiction.
Literature.
Muy pocas veces alguien se atrevió a recomendar tan fervientemente una novela. «Merece vender más ejemplares que la Biblia», afirmó Rebel Inc., una insolente revista literaria escocesa. De inmediato celebrada por los críticos más estrictos pero leída también por aquellos que raramente se acercan a los libros, "Trainspotting" se convirtió en uno de los acontecimientos literarios y también extraliterarios de la última década. Fue rápidamente adaptada al teatro y luego llevada a la pantalla por Danny Boyle, uno de los jóvenes prodigio del cine inglés. Sus protagonistas son un grupo de jóvenes desesperadamente realistas, ni se les ocurre pensar en el futuro: saben que nada o casi nada va a cambiar, habitantes del otro Edimburgo, el que no aparece en los famosos festivales, capital europea del sida y paraíso de la desocupación, la miseria y la prostitución, embarcados en una peripecia vital cuyo combustible es la droga, «el elixir que les da la vida, y se la quita». Welsh escribe en el áspero, colorido, vigoroso lenguaje de las calles. Y entre pico y pico, entre borracheras y fútbol, sexo y rock and roll, la negra picaresca, la épica astrosa de los que nacieron en el lado duro de la vida, de los que no tienen otra salida que escapar, o amortiguar el dolor de existir con lo primero que caiga en sus manos. «Una novela que es el equivalente literario de una bomba de hidrógeno» (Martin Crawford, The Big Spoon). «La novela fundamental de un escritor fundamental. Irvine Welsh, un maestro del lenguaje popular, con un estilo de boxeador sin guantes, ataca con ferocidad el cuerpo de nuestra sociedad. Tristísima, pero también de un ingenio perverso, nos conduce en una gira infernal por los guetos psíquicos donde se refugian los drogotas, los borrachos, los desesperados y los perdedores... Una novela terrible, pero al mismo tiempo arrebatadora» (Jeff Torrington). «El Celine escocés de los noventa» (The Guardian).
Pues bien, yo elijo no elegir la vida." ( )