Pulse en una miniatura para ir a Google Books.
Cargando... Una danza para la música del tiempo: Primavera (1962)por Anthony Powell
Cargando...
Inscríbete en LibraryThing para averiguar si este libro te gustará. Actualmente no hay Conversaciones sobre este libro.
I first began to read Dance when it was incomplete and there was something to look forward to. The pleasure then afforded was rather greater than that which is offered by a long look back. Pertenece a las seriesA Dance to the Music of Time (01-03) ContieneAparece abreviada enTiene como guía/complementario de referencia a
La acción de estas tres novelas desarrollan la vida de un joven inglés. No se han encontrado descripciones de biblioteca. |
Debates activosNingunoCubiertas populares
Google Books — Cargando... GénerosSistema Decimal Melvil (DDC)823.912Literature English & Old English literatures English fiction Modern Period 1901-1999 1901-1945Clasificación de la Biblioteca del CongresoValoraciónPromedio:
¿Eres tú?Conviértete en un Autor de LibraryThing. |
Eso de que Powell es el Proust británico es una etiqueta comercial para que entre a la primera. Ambos hablan de la sociedad de su tiempo, fijándose más en la alta sociedad, pero el trabajo de Proust es el de un joyero o de un artífice medieval de vidrieras. El de Powell está más cercano al periodístico o del que levanta acta porque estaba allí.
Estaba allí con su cámara como un testigo mudo, rompiendo algún plato de refilón. Su mujer, que forma parte principal de la sociedad que describe, también la mantiene desaparecida, como si estuviera en casa con la pata quebrada. Hacia el final del ciclo, el narrador y señora adquieren protagonismo, ya hablan y asumen su corporeidad.
Hay algunos pasajes en los que el autor trata de describir lo inefable que suenan a hueco. Destaco éste: "Dio la impresión de que a Widmerpool lo desconcertaban más las implicaciones de las palabras de Pamela que la ironía de su tono" (IV, pág. 420). Es una apuesta muy fuerte creer qué desconcertaba más a un personaje, si las palabras o la ironía. Es un lujo frágil que se puede permitir un narrador.
El traductor tiene un grave problema con los pronombres le, la, lo. Los utiliza a voleo. También, siguiendo la simplificación del lenguaje, le gusta mucho lo de "escuchar" y poco lo de "oír".